3er aniversario del asesinato de Samir Flores Soberanes

Congreso Nacional Indígena (CNI) de México

Este 20 de febrero se cumplen tres años del vil asesinato de Samir Flores Soberanes en esta guerra que el Estado de México, con sus tres niveles de mal-gobierno, le tiene declarada a los Pueblos Originarios, guardianes de la tierra y de sus usos ancestrales.

El capitalismo de multinacionales europeas como Danone, EPS, Renovalia energies, Bimbo… continúan invadiendo y expropiando los bienes naturales de México en contra de los pueblos indígenas, originarios de los territorios que ahora, el capitalismo expolia, facilitado por el Gobierno de la Cuarta Simulación de Andrés Manuel López Obrador (AMLO).

Desde la Europa de abajo y a la izquierda constatamos que no hay Gobierno amigo para los pueblos originarios de México, su libertad, autogestión y solidaridad les mantiene firmes en su digna resistencia.

Las comunidades zapatistas continúan haciendo frente a los constantes ataques paramilitares de organizaciones como ORCAO con la connivencia del Gobierno de los de arriba.

En el Estado de Puebla, los cuerpos represivos del estado con su Guardia Nacional, policía estatal y municipal invadieron las instalaciones de Bonafont ocupadas por la Casa de los Pueblos Altepelmecalli y continúan permitiendo que la empresa del grupo Danone perdure su explotación del agua.

El mal llamado “Tren Maya” continúa expropiando y despojando a las comunidades indígenas bajo programas como “Sembrando vida” para tratar de dividir a las comunidades y eliminar sus tradicionales formas de siembra y alimento.

El corredor transístmico no ha traído más que militares al Istmo de Tehuantepec para asegurarse el despojo de las tierras.

El Plan Integral de Morelos muestra sus garras contra las y los defensores del agua, y la resistencia indígena que desde su Plantón resiste. Samir era otro más de ellos, de la digna resistencia contra el caciquismo y los abusos del poder contra su pueblo. Campesino, integrante de la Asamblea Permanente de los Pueblos de Morelos, miembro del Congreso Nacional Indígena y fundador de la estación comunitaria Radio Amiltzinko.

Desde CGT nos unimos a la denuncia pública del EZLN y el CNI, condenando:

“El asesinato del compañero Francisco Vázquez, presidente del consejo de vigilancia de ASURCO, quien alzó la voz en contra del robo del agua a los ejidos de la región de Ayala para la operación de la Termoeléctrica de Huexca, Morelos.
La criminalización del pueblo otomí y del compañero Diego García por parte del titular de esa oscura institución del mal gobierno a la que llaman INPI, que ha servido como un órgano replicador del indigenismo y para el control clientelar en nuestros pueblos; institución que un día tuviera sus oficinas en lo que es hoy la Casa de los Pueblos Samir Flores Soberanes.
La persecución en contra del Consejo Supremo Indígena de Michoacán, ante sus recientes movilizaciones en contra del desprecio, el racismo y el despojo y por el retiro del indignante monumento conocido como Los Constructores en Morelia, Michoacán.
La indiferencia y complicidad criminal de la Guardia Nacional ante la violencia en Guerrero, mientras los cárteles del narcotráfico atacan a las comunidades del Consejo Indígena y Popular de Guerrero- Emiliano Zapata que se oponen a los megaproyectos extractivos y denuncian la complicidad de los gobiernos con los grupos narco-paramilitares, asesinando y desapareciendo a nuestros hermanos.
La militarización del Istmo de Tehuantepec para imponer el megaproyecto del Corredor Interoceánico Salina Cruz-Coatzacoalcos, así como la ilegal ocupación de las tierras de nuestras comunidades para dicho proyecto, como ocurre con la comunidad binnizá de Puente Madera, perteneciente a los bienes comunales de San Blas Atempa, Oaxaca.
La utilización de la Guardia Nacional y los grupos armados de los estados y municipios para reprimir a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, Tiripetío y Mactumatzá, en su exigencia de justicia y condiciones para sus escuelas normales”.