Esta vez ha sido el Ayuntamiento de Alcobendas el que, siguiendo los pasos represivos de toda la Administración Local en manos del PP de la Comunidad de Madrid, ha arremetido contra otro de nuestros compañeros de CGT: Carlos Arias Monge, trabajador de dicho Ayuntamiento como Diseñador Gráfico. El despido disciplinario se produjo el pasado 14 de diciembre de 2013 y no fue precedido de ninguna otra sanción ni apertura de expediente administrativo, como es lo normal.
Nuestro compañero Carlos presenta un complejo cuadro patológico llamado Neurosis ansioso-depresiva, lo que provocaba, en momentos críticos, la ausencia de su puesto de trabajo. Su tratamiento se basa en la administración de potentes antidepresivos.
Contamos con recomendaciones facultativas de reposo domiciliario, justificantes médicos, informe clínico y pruebas de seguimiento tanto de su médico de cabecera como del psiquiatra del Servicio de Salud Mental de la Comunidad de Madrid.
Nuestro compañero Carlos presenta un complejo cuadro patológico llamado Neurosis ansioso-depresiva, lo que provocaba, en momentos críticos, la ausencia de su puesto de trabajo. Su tratamiento se basa en la administración de potentes antidepresivos.
Contamos con recomendaciones facultativas de reposo domiciliario, justificantes médicos, informe clínico y pruebas de seguimiento tanto de su médico de cabecera como del psiquiatra del Servicio de Salud Mental de la Comunidad de Madrid.
Tenemos suficiente jurisprudencia que nos indica que el próximo juicio del viernes 29 de octubre debería estar ganado, por eso no entendemos la actitud del Ayuntamiento de Alcobendas, a no ser que se trate, como en otros casos recientes en el ámbito de la Administración Local, de una venganza político-social, ya que Carlos es un activista destacado en todas las luchas vecinales que se han derivado del Movimiento 15-M: Sanidad, Vivienda, Educación, etc., en las que también ha puesto a su servicio sus conocimientos profesionales de Diseño Gráfico, como esta haciendo con CGT en las algunas de las ultimas campañas y portadas de Rojo y Negro.
Fuente: STAP-Madrid
