Después de más de 59 años de actividad industrial en la localidad de Puçol, la dirección del Grupo Ferroli decide trasladar la produción de Cointra Godesia a Burgos y cerrar la fábrica de la comarca valenciana de l'Horta Nord. La Confederación General del Treball se opone a los planes del grupo italiano, denuncia el incumplimiento de los compromisos de inversión adoptados en 2007, el abandono de la fábrica de Puçol a su suerte y apuesta por la continuidad de la actividad industrial
La destrucción del tejido industrial en el País Valenciano sigue avanzando sin que las administraciones hagan nada por impedirlo. La Sección Sindical de CGT en Cointra, sindicato con representación en el Comité de Empresa, manifiesta su oposición al ERE presentado y al cierre de una fábrica que “actualmente tiene tanta carga de trabajo como facturación”. Así, desde la organización sindical se señala que “el cierre se debe a una decisión tomada por la presidencia del Grupo italiano Ferroli, aduciendo pérdidas de Ferroli España”.
La destrucción del tejido industrial en el País Valenciano sigue avanzando sin que las administraciones hagan nada por impedirlo. La Sección Sindical de CGT en Cointra, sindicato con representación en el Comité de Empresa, manifiesta su oposición al ERE presentado y al cierre de una fábrica que “actualmente tiene tanta carga de trabajo como facturación”. Así, desde la organización sindical se señala que “el cierre se debe a una decisión tomada por la presidencia del Grupo italiano Ferroli, aduciendo pérdidas de Ferroli España”.
La decisión empresarial adoptada afecta particularmente a la fábrica situada en Puçol, a día de hoy en pleno rendimiento con una plantilla de 76 trabajadores fijos y más de 30 trabajadores de contrato eventuales, y que, según consta en los balances de 2010, 2011 y 2012 ha incrementado su productividad y facturación; con lo que, tal y como concluye CGT-Cointra “la planta de Puçol es viable y productiva”.
Por otro lado, mientras que para Godesia Puçol la primera consecuencia del ERE es el cierre, en Burgos la empresa pretende eliminar 20 puestos de trabajo que pasarían a ocupar trabajadores trasladados de Puçol para la fabricación de una nueva gama de calentadores.
CGT recuerda que esta medida supone “el incumplimiento de los compromisos de inversión acordados en el ERE de 2007” lo que en la práctica se ha traducido en el “abandono a su suerte a la fábrica de Puzol, sin haber adoptado la medida de modernización de los calentadores que ahora pretende acometer en la planta de Burgos”, modernización que la dirección llevaría a cabo “con los únicos trabajadores preparados para ello, que, lógicamente, están en Puçol.”
Asimismo, CGT señala que “el ERE en el que se ven inmersos Burgos y Puçol no deja de ser una estrategia de la empresa mediante la que pretende ampliar los efectos de un cierre empresarial, que por sí sólo no hubiera podido acometer, si no es mezclando ambas medidas extintivas y confundiendo sus causas.”
CGT Puçol manifiesta su “más enérgica voluntad de continuidad en la factoría de Puçol”, su apuesta “por una renovación en la maquinaria” de las instalaciones de Cointra Puçol “para proseguir con los buenos resultados que ha venido obteniendo”.
“La tragedia que supondría el cierre de la planta para decenas de familias, la condena al paro a los trabajadores, algunos con una antigüedad en la fábrica de más de 38 años y con una mayoría que supera los 54 años”, afirman desde CGT-Cointra, “merece la implicación urgente de la administración pública”. Finalmente, la central anarcosindicalista puntualiza que este caso es una demostración más de “para qué sirven las Reformas Laborales, para destruir empleo estable y luego contratar empleo precario y barato”.
Gabinete de Prensa CGT-PV
Valencia, 19 septiembre 2012
Fuente: Comunicación CGT PV