Desde hace muchas décadas, el Campo de Tarragona y las Tierras del Ebro son un ejemplo paradigmático de trinchamiento del territorio en nombre de los beneficios de las oligarquías. Con presencia de instalaciones que tienen un riesgo inherente catatrófico en forma, por ejemplo, de centrales nucleares o bien de la recurrencia de accidentes con alta peligrosidad para una zona densamente poblada.

No solo esto, sino que el propio funcionamiento habitual de la petroquímica ya supone altos niveles de contaminación con elementos cancerígenos, como denuncia reiteradamente la plataforma Cel Net. La receta desde la administración tendría que ser priorizar la protección de la salud de la población por encima de los evidentes intereses y actividad clientelista de las empresas. Pero al contrario, redoblan el desprecio en las comarcas tarraconenses queriendo implantar megacasinos para que La Caixa haga negocio con el juego.

Constatamos la inoperancia de los políticos en la gestión de esta crisis, demasiado preocupados para salir ante las cámaras de televisión y reiterar que aquí no pasa nada. Este «nada» ha supuesto la muerte de dos personas, una a 2 km de distancia, y 8 heridos de diferente grado de gravedad. Este «nada» ha supuesto el envío a la atmósfera de toneladas del producto cancerígeno, óxido de etileno. Este «nada» ha sido un episodio anunciado de las diferentes carencias ya avisadas con anterioridad y todavía presentes. Este «nada» ha hecho que en los minutos posteriores a la explosión, no hayan sonado las sirenas como medida de precaución cuando todavía no se conocía el alcance del hecho.

El Secretariado Permanente de la CGT de Cataluña hacemos nuestros los comunicados de las federaciones de la CGT de Tarragona y Baix Camp-Priorat y hacemos un llamamiento a la concentración convocada por CGT y Cobas, hoy miércoles 15 de enero a las 18h, ante la sede la Asociación Empresarial de Químicas de Tarragona (AEQT), en Avenida Marqués de Montoliu 2 de Tarragona.


Fuente: Secretariado Permanente de la CGT-Cataluña

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