Cerramos el 2024 con un balance inaceptable: 94 mujeres y niñas asesinadas por el simple hecho de ser mujer. Desde 2003, la cifra asciende a 2.026 asesinatos machistas documentados en España. Este año, las vidas arrebatadas reflejan la magnitud de una violencia estructural que debe erradicarse de manera urgente. En los últimos días del año, recordamos y denunciamos las muertes de:
- Mujer de 78 años, en Cangas (Pontevedra, Galicia), el 03/11/2024, determinación de homicidio el 07/12/2024.
- Cloe, de 15 años, en Orihuela (Alicante, Comunidad Valenciana), el 24/11/2024.
- Mujer de 94 años, en Vitoria (Álava, País Vasco), el 28/11/2024.
- Leonor, de 45 años, en Pasaia (Gipuzkoa, País Vasco), el 30/11/2024.
- Adela, de 42 años, en Benalmádena (Málaga, Andalucía), el 03/12/2024.
- María del Rosario Díaz Jiménez, de 32 años, en Palma de Mallorca (Baleares, Islas Baleares), el 10/12/2024.
- Martha Isabel, de 50 años, en Cartagena (Región de Murcia), el 17/12/2024.
- Rejane S. de G, de 42 años, en Viveiro (Lugo, Galicia), el 18/12/2024.
- Mujer de 65 años, en Cornellà (Barcelona, Cataluña), el 22/12/2024.
- Diana Marisol, de 29 años, en Madrid (Comunidad de Madrid), el 30/12/2024.
- Meri, de 38 años, en Almería (Almería, Andalucía), el 30/12/2024.
Destacar el importante repunte de violencia vicaria, violencia machista donde hijas e hijos son deshumanizados, reducidos a herramientas de daño, arrebatándoles su condición de seres individuales y utilizándolos para infligir dolor a sus madres. Este año, además del asesinato de Cloe (15 años) en Orihuela el pasado 24 de noviembre, recordamos a Noa B. (7 años) y Xavi B. (10 años), una bebé de 16 días, dos hermanas de 2 y 4 años, Ayax (5 años), María y Yago (ambos de 8 años), Hiba (3 años) y Adam (8 años), y Junior S. (15 años).
Desde 2013, se han confirmado oficialmente 62 menores asesinados por violencia de género, y 465 niñas y niños huérfanos como consecuencia. Cada uno de estos casos simboliza la devastación causada por el terrorismo machista y la urgencia de ponerle fin.
Mientras tanto, el Servicio 016 ha recibido 1.343.154 llamadas pertinentes desde su creación en 2007, con un incremento del 2,6% en noviembre de 2024 respecto al mismo mes de 2023. Estas cifras reflejan el alcance de una problemática que afecta profundamente a las mujeres y sus familias.
Por fin el Ministerio parece empezar a reconocer que la violencia machista va más allá del ámbito doméstico. Durante el último pleno del Congreso, quedó aprobado en la Ley de Eficiencia de la Justicia que, en un plazo máximo de nueve meses, los Juzgados de Violencia sobre la Mujer asumirán todos los casos de agresiones sexuales contra mujeres, independientemente de la relación con el agresor. Aunque este avance, ya contemplado en la Ley del Solo Sí es Sí de octubre de 2022, no solo llega con dos años de retraso, si no que no abarca todos los ámbitos a los que afecta la violencia machista.
El despliegue de centros de crisis refleja este retraso: aunque la Ley del Solo Sí es Sí fijaba diciembre de 2023 como límite para abrir 53 centros de atención 24/7 (uno por provincia más Ceuta y Melilla), en esa fecha solo estaban activos 4. Tras una prórroga de 1 año, a mediados de diciembre la cifra había aumentado a sólo 15 que cumplían con los requisitos mínimos. Ayer, solo 2 semanas después, el gobierno anunció que finalmente están operativos los 53 centros mínimos comprometidos. Habrá que vigilar que este despliegue cumpla lo prometido: atención psicológica, jurídica y social, accesible y continua, las 24 horas, los 365 días del año, y que no quede en una mera declaración política.
La urgencia es evidente: en el primer semestre de 2024, se presentaron 55 denuncias diarias por agresión sexual y 13 por violación, lo que equivale a una violación cada dos horas. Este contexto refleja la necesidad de acelerar la implementación de medidas efectivas y garantizar una respuesta integral frente a todas las manifestaciones de violencia machista.
La violencia machista es un problema estructural arraigado en el patriarcado, que perpetúa desigualdades y normaliza el sufrimiento de las mujeres. Desde la CGT, exigimos:
- Medidas efectivas de protección contra todas las formas de violencia machista, incluyendo la física, psicológica, sexual, económica, simbólica, institucional, digital y vicaria. Es imprescindible garantizar mecanismos de prevención, protección y atención integral que sean accesibles y eficaces.
- Recursos y apoyo especializado para madres, hijas, hijos y otras personas en situación de violencia, asegurando su seguridad, bienestar y acceso a derechos fundamentales.
- Refuerzo de los protocolos de actuación en casos de violencia de género, violencia vicaria y cualquier tipo de violencia interseccional, acompañado de programas de formación y sensibilización dirigidos a todos los niveles de la sociedad.
- Asignación de recursos financieros adecuados para garantizar la implementación de estas medidas y su impacto efectivo.
- Aplicación real de las leyes existentes, como la Ley Orgánica 1/2004, de Protección Integral contra la Violencia de Género; la Ley Orgánica 8/2021, de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia; la Ley Orgánica 10/2022, de Garantía Integral de la Libertad Sexual; la Ley 4/2023, para la Igualdad Real y Efectiva de las Personas Trans y para la Garantía de los Derechos LGTBI; y las disposiciones internacionales del Convenio de Estambul y la Agenda 2030.
Es fundamental desarrollar nuevas medidas de protección para construir un sistema integral que erradique todas las formas de violencia machista, no solo en el ámbito doméstico, sino también en las calles, lugares de trabajo y centros educativos.
La lucha contra la violencia machista es urgente, imprescindible y colectiva. ¡No permitamos que el silencio y la inacción sean cómplices de esta violencia!
Secretaría de la Mujer – CGT