La semana pasada se producía en Ford el sexto despido de este año. Asimismo, se han impuesto una veintena de sanciones, dos de ellas de dos meses de suspensión de empleo y sueldo a un delegado de CGT

Desde principios de 2006 la empresa Ford ha endurecido inexplicablemente su política de relaciones laborales, incrementando el número de expedientes sancionadores en más de un 300%, ya que desde el uno de enero de ese año hasta el pasado trece de noviembre (fecha en que se ha comunicado el último despido) se han producido tantas sanciones (35) como en los cuatro años anteriores. Estos expedientes sancionadores han supuesto una docena de despidos disciplinarios y suspensiones de empleo y sueldo de un día a sesenta. Pero seguramente el caso más escandaloso de toda la historia de Ford sea el de un delegado de CGT y miembro del Comité de Empresa al que se le han impuesto dos sanciones consecutivas de sesenta días de empleo y sueldo cada una.

La plantilla sabe que estas sanciones a dicho delegado vienen originadas por su denuncia de los altos ritmos de trabajo, aunque el pretexto que argumenta la empresa es el de «dejarse operaciones sin realizar» en su puesto de trabajo. Ante esta grave y represiva situación que se vive en Ford, y tras intentar repetidamente que el Comité de empresa asumiera la convocatoria de alguna medida de protesta, la CGT inicia otra campaña (en julio de 2006 este sindicato ya llevó otra a cabo) para denunciar la ola de sanciones y sensibilizar a la plantilla sobre la necesidad de que se dé una respuesta solidaria y colectiva.

La campaña, que durará hasta el cierre por las vacaciones navideñas, consistirá en la información en comedores, el reparto de hojas informativas, la colocación de unos carteles en cada planta de la factoría (donde se irán contabilizando el total de sanciones producidas en el año), la edición y distribución entre los trabajadores de unos bonos de ayuda al compañero que lleva cuatro meses sin cobrar su salario y a su familia, y otras acciones que se irán comunicando en su momento, tanto a la plantilla como a la opinión pública.


Fuente: Gabinete de Prensa Confederal CGT