La organización anarcosindicalista ha señalado la falta de voluntad política y el fracaso de las medidas aplicadas, como la “nueva” Reforma Laboral, para paliar la situación límite de millones de personas trabajadoras

Los datos de la pobreza de la clase trabajadora contrastan con los de los beneficios de las grandes empresas, que ya se han recuperado tras la caída sufrida en 2020

La Confederación General del Trabajo (CGT), a través de un comunicado en el que analiza los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al segundo trimestre de 2022, ha vuelto a poner de manifiesto la preocupante situación por la que pasa la clase trabajadora y el futuro inmediato al que se enfrentan las clases populares ante una nueva crisis económica.

Según CGT, el aumento del coste de la vida en los últimos meses, reflejado en la subida del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y en la tasa de inflación subyacente, está haciendo mella en aquellos hogares donde no existe ningún tipo de ingreso, que en la actualidad son 571.000. Además, indican desde CGT que los salarios reales se han visto devaluados, hasta en un 10%. Esto ha tenido una repercusión en los convenios firmados durante 2022 (2.300 que cubrirán a casi 6.200.000 personas), porque se ha institucionalizado una pérdida salarial generalizada del 6’1%.

CGT ha explicado que esta situación va a incidir de manera brutal en aquellos hogares más vulnerables, y en general en la vida de las personas con las rentas más bajas, originando más desigualdad y precariedad.

En relación a la precariedad y ante los datos de la EPA, CGT ha recalcado que la clave para revertir esta situación sigue estando en la lucha social y laboral, fortaleciendo los derechos laborales de la clase trabajadora que les permita disponer de un escudo ante una nueva crisis económica. Sin embargo y según la EPA, a pesar de haberse reducido el número de personas desempleadas, los puestos de trabajo creados siguen siendo temporales y parciales. Este tipo de contratos, que fomentan la incertidumbre laboral de miles de seres humanos, continúan impidiendo un proyecto de vida digno a muchas personas en nuestra sociedad.

CGT recuerda también que se siguen realizando 6.6 millones de horas extras a la semana, y casi la mitad de estas no son remuneradas, lo que demuestra que la explotación limita a las personas a elegir otros empleos.

Desde CGT consideran que la flexibilización e intensificación de las cargas de trabajo empeoran las condiciones laborales de la clase trabajadora, siendo una muestra de esto el aumento del número de muertes de personas mientras se ganaban la vida. En concreto, desde comienzos de 2022 hasta mayo han perdido la vida trabajando 336 personas, 57 más que durante el mismo período del año 2021.

Es por todo ello que desde CGT alertan del peligro que tiene la desmovilización y desmotivación de los trabajadores y las trabajadoras ante los ataques a sus derechos laborales y bienes básicos (como la sanidad, la educación, la bolsa de la compra, etc.), y realizan un llamamiento para organizarse, al margen de intereses políticos y partidistas, contra la precariedad y la pobreza de Gobiernos y gobernantes.

CGT denuncia una importante pérdida de poder adquisitivo y la consolidación de unas condiciones laborales preocupantes para la clase trabajadora durante los próximos años