Cuando la justificación sindical a unos acuerdos con la dirección se tiene que apoyar en argumentos tan torticeros como la "responsabilidad" y el miedo al despido, se demuestra rotundamente que estamos ante un mal acuerdo. Y no hacemos esta afirmación de manera gratuita: este acuerdo no es un acuerdo responsable.

No lo es en muchos sentidos, pero básicamente por las siguientes razones.

No lo es en muchos sentidos, pero básicamente por las siguientes razones.

La primera, que no hay una garantía real de empleo para los trabajadores de RTVE. Por mucho que sindicatos pactistas y empresa lo repitan para convencer a lxs compañerxs, no hay un cimiento sólido que ampare esta premisa. Y no porque no lo deseemos, como todxs, sino porque el marco legal actual que las contrarreformas laborales impuestas por el bipartidismo lo convierte en papel mojado. En los últimos meses son numerosas las sentencias que han confirmado la validez de un ERE en empresas donde habían llegado a acuerdos de este tipo, es decir, a pactos anecdóticos.

Segunda: Ni los recortes de la masa salarial serán destinados a producción interna ni son soportados por quienes engordan esa partida. En una comparecencia en la comisión de control, Echenique justificó los recortes en la masa salarial para ser destinarlos a incrementar y reforzar la producción propia interna, pero nada hemos visto escrito en estos términos (lo del funcionamiento y resultados de la famosa mesa de producción propia que se vendió a bombo y platillo ya lo conocemos, no cuela). Y, por mucho que algún sindicato firmante intente ocultar la realidad con falsos ejemplos de trabajadores tipo, los recortes serán soportados por la mayoría de compañerxs.

El acuerdo habla también del viejo proyecto de unir las redacciones de radio, tele e interactivos, y en él se comprometen a actualizar las infraestructuras en Prado, Barcelona, Canarias, corresponsalías. Está claro que en breve todos vamos a hacer de todo de la misma forma que ya ha sucedido en muchos centros territoriales, seguramente con el cálculo de ver si así sobra personal, seguramente los más afectados periodistas.

En esta empresa se sigue contratando a personal ajeno con clara inclinación política para supuestos cargos directivos mientras no se cubre ni se cubrirá a nadie en las más que mermadas plantillas de algunos centros de trabajo. Para colmo, se están haciendo otros contratos indefinidos fuera de convenio (por tanto, con sueldos fuera de convenio) a personas que no han pasado por ninguna oposición ni proceso de selección transparente. Vamos, amiguetes indefinidos.

La masa salarial sigue soportando también un sistema de complementos de viudedad alimentado y engordado por el bipartidismo (una reedición de las censantías de la Restauración) y un complemento desregularizado como es el “plus de programas”.

Mientras esto ocurre, se pretende reducir a lo testimonial la acción social y pagar por la obligación de comer en el centro, recortes estos claramente directos y no progresivos (¿son 5€ diarios asumibles igual por un mileurista del 2007 que por un mando orgánico?).

Más: uno de los cebos de los sindicatos que firmaron el I convenio de CRTVE fue la aceleración en la progresión de niveles de los nuevos incorporados. Bien, pues esa aceleración se frena en seco dejando una brecha salarial insalvable que vuelve a poner de manifiesto, más si cabe, la doble escala salarial que venimos denunciando públicamente desde hace ya demasiados años.

Por poner otro simple ejemplo: quienes tienen poca antigüedad en la empresa, por ejemplo los incorporados del 2007 saben perfectamente que su mejor paga extra es la de marzo. ¡Qué casualidad que sea esta la paga que sufre el mayor de los recortes (25%)!

Acción social y rutas serán prácticamente liquidadas, pero mantenemos un doble sistema de salud (público y privado). Mejor nos hubiera ido a los trabajadores en la negociación si la representación sindical con posibilidad de firmar acuerdos hubiera sido asesorada por los poderes fácticos económicos encarnados en Asisa: ellos saben cómo mantener sus privilegios, nuestra representación sindical (CI) no lo hace con nuestros derechos.

Y los recortes que sufriremos desde la primera nómina que se aplique no son nada comparado con la pérdida económica futura y con la precarización laboral que se pretende. De nuevo, los que menos ingresos tienen serán porcentualmente los más recortados. Los directivos contarán como anécdota haber perdido un 10% mientras a muchos compañeros no les saldrán las cuentas de su vida cotidiana presente y futura. Serán los curritos en general y lxs compañerxs con menos antigüedad en particular los que sufran el mayor recorte de manera directa o indirecta.

Por todo ello, estamos de acuerdo con UGT; es un acuerdo realista (lo sufriremos realmente), pero NO, no es un acuerdo responsable. Eso sí, siempre nos quedará que la unión sindical haya sido un claro ejemplo de lucha y movilización y que haya contado con la opinión de los trabajadores y trabajadores (Es una broma…de mal gusto).


Fuente: Sección Sindical de CGT en RTVE

CGT en RTVE: No es un acuerdo responsable