Esta semana se ha aprobado la concesión administrativa (privatización) de distintos servicios del Hospital de Toledo y del Hospital de parapléjicos

Esta semana hemos asistido a un paso más hacia la privatización y el desmantelamiento de la sanidad pública en esta región. Y éste no es uno cualquiera de los que este gobierno regional nos tiene acostumbrados.

Esta vez es un salto de gigante hacia el vaciamiento de trabajadores públicos de las instituciones (y no precisamente de las de representación política) y del reparto y desviación del dinero de la ciudadanía hacia intereses privados.

Esta semana hemos asistido a un paso más hacia la privatización y el desmantelamiento de la sanidad pública en esta región. Y éste no es uno cualquiera de los que este gobierno regional nos tiene acostumbrados.

Esta vez es un salto de gigante hacia el vaciamiento de trabajadores públicos de las instituciones (y no precisamente de las de representación política) y del reparto y desviación del dinero de la ciudadanía hacia intereses privados.

El anuncio ha sido dado por el propio Gerente del Sescam, Luis Carretero, en la última mesa sectorial de sanidad, del pasado 9 de Junio. Allí se trataron entre otros temas el tan manido Proyecto del nuevo hospital de Toledo y de la propuesta del Plan de Ordenación del Recursos Humanos.

El trato será dar la concesión administrativa (PRIVATIZACIÓN) de distintos servicios que serán:

  • En el Hospital de Toledo: limpieza, mantenimiento, gestión de residuos, seguridad y vigilancia, lavandería y lencería, logística, recepción e información de pacientes y centralita telefónica, archivos, alimentación a pacientes, gestión de suministros energéticos y de agua.
  • En el Hospital de Parapléjicos: seguridad y vigilancia, lavandería y lencería y alimentación a pacientes (cocinas).

Todos estos servicios pasaran a ser gestionados por la empresa que se ocupe de construir el nuevo hospital por un “módico” precio que tendrá que satisfacer el SESCAM.

Al mismo tiempo que se le cederá la explotación de los servicios no clínicos, se le dejará la explotación de las zonas anexas al hospital para desarrollar actividades comerciales (como restaurantes, comedores, tiendas, aparcamiento).

El personal que actualmente está trabajando en estos servicios susceptibles de privatizar, personal estatutario no sanitario en el que se incluyen celadores, personal administrativo, pinches, cocineros, personal mantenimiento, se estima en unos 340; el personal que tenga plaza fija o interina por vacante podrá buscar una recolocación dentro de las áreas atención sanitaria directa ( áreas de atención directa con pacientes, como hospitalización, unidades de diagnóstico clínico, etc.) a través de un proceso de traslado o podrá quedarse dentro de la nueva empresa concesionaria, aunque seguirán con su régimen jurídico, es decir, seguirán siendo trabajadores públicos del SESCAM.

En principio será así, pero surgen muchas dudas en cuanto a las plazas disponibles para este proceso, por la merma de puestos y cierre de servicios que ha sufrido este hospital durante los últimos meses.

Y por otra parte, se siguen enviando pacientes a los hospitales de Madrid para ser operados, cuando en este hospital se van cerrando más servicios y se va limitando la contratación de profesionales. Dinero que sale de nuestro hospital para engrosar las arcas de centros sanitarios privados de empresas y religiosos cercanos a los políticos gobernantes.

Con esta maniobra, se pretende privatizar de un plumazo toda la asistencia que ellos llaman “no sanitaria”, es decir, la que piensan que no es directamente relacionada con la salud. Nada más falso: dentro del proceso de recuperación de la enfermedad se tiene que ver todos los aspectos que pueden ayudar a la recuperación, como la asepsia y limpieza, la calidad en la alimentación, el correcto funcionamiento de equipos e instalaciones, la gestión de todos los residuos con seguridad para los trabajadores y trabajadoras, etc. Todo entra dentro de la misma atención y por ello debe ser ofrecido, dirigido y controlado directamente por la gestión pública.

Desde CGT Toledo, pensamos que sigue el camino del cambio de modelo de sanidad que se lleva realizando en otras comunidades y que se lleva intentando en esta desde hace años. Porque es algo más que dinero lo que lleva hacia la sanidad privada y hacia la gestión por parte de empresas sanitarias; es un modelo ideológico, el modelo de sanidad prepago, con distintos niveles de atención según la clase social. Un modelo en el que los enfermos crónicos pasan de ser cargas pesadas que deben ser tratados en la pública para ser los procesos más rentables los que pasen a las privadas, previo pago por servicios.

Es el modelo del estado contratador de servicios a las grandes empresas privadas, constructoras en muchos casos que han agotado el modelo del ladrillo. Grandes empresas inversoras que buscan rentabilidad en la salud. Y por otra parte, el estado como mero distribuidor del capital público, que por supuesto no debe ser controlado ni decidido por la ciudadanía ni debe ser invertido en bienes públicos, sino en el sector privado que es desde donde son manejados.

                               NO A LA PRIVATIZACIÓN DE LA SANIDAD PÚBLICA
                                 ES COSA DE TODOS Y TODAS, LUCHA POR ELLA


Fuente: CGT Toledo

CGT Toledo en contra de la privatización en la sanidad pública