El encuentro en Bruselas culminó con un llamamiento internacional a la solidaridad entre pueblos y a la convergencia entre movimientos sociales para establecer estrategias frente a los Gobiernos sus políticas neoliberales.

La Confederación General del Trabajo (CGT) ha sido una de las más de 150 organizaciones y colectivos participantes en la Marcha a Bruselas en la última semana, una acción que ha tenido como objetivo exigir frente al Parlamento europeo garantías para que los derechos fundamentales de las personas migrantes y refugiadas sean respetados. Igualmente, CGT también ha respaldado que en esta iniciativa se reclame la regularización administrativa de las personas que viven y trabajan en Europa.

En Bruselas, se ha mantenido una reunión con representantes de formaciones políticas pertenecientes a la comisión de migración de la eurocámara. De forma paralela, un centenar de personas participantes de la marcha se han acercado al Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de Vottem (Valonia), y han protestado contra la situación de estas personas, mostrando apoyo a quienes trabajan cada día desde hace 25 años por el cierre del mismo. En este sentido, cabe recordar que de todas las personas migrantes y/o refugiadas que pasan por el mismo, aproximadamente un tercio son expulsadas. CGT lleva muchos años combatiendo en el Estado español la construcción y el mantenimiento de estos lugares por entender que son cárceles para seres humanos que no han cometido ningún delito.

Otra de las realidades que se han querido visibilizar en esta acción es el trabajo que prestan miles de personas migrantes en Europa en condiciones laborales pésimas y sin derechos de ningún tipo. En este sentido, la organización anarcosindicalista destaca la situación en la que sobreviven tantas personas migrantes trabajadoras del campo en España, que las hacen susceptibles de sufrir abusos de todo tipo, y donde las mujeres se llevan la peor parte.

Las voces de las migrantes y refugiadas durante la marcha han pedido el fin del paternalismo y la construcción de redes de solidaridad que conlleven a alianzas, puesto que la migración es un fenómeno tan antiguo como la humanidad, y no habrá ejércitos ni fronteras que puedan frenar a quienes peor lo pasan en territorios donde existe inestabilidad política y económica, guerras, etc.

CGT ha querido también recalcar la propia dinámica de quienes trabajan en el Estado español en defensa de las personas migrantes y /o refugiadas. Por su posición geográfica, España recibe todos los años a muchos seres humanos que se juegan la vida en las diferentes rutas migratorias de la Frontera Sur. Es por ello que desde CGT vuelven a exigir al Gobierno español el cumplimiento de las promesas pre-electorales, consistente en la creación de rutas migratorias seguras y legales para estas personas.

Por último, desde CGT han manifestado su voluntad de continuar construyendo solidaridad entre pueblos y seres humanos, y a través de iniciativas como esta, seguir convenciendo en nuestra sociedad de que las fronteras son inventos y que la clase trabajadora no tiene patria.

 

CGT valora positivamente la marcha a Bruselas y se suma a la exigencia internacional para el desarrollo de otras políticas migratorias en favor de los Derechos Humanos