De manera colectiva y coordinada el día 17 de octubre decidimos levantar la huelga de hambre. Creemos que el carácter reivindicativo de negación y profundo desprecio a las cárceles y el sistema podrido desde sus raíces que lo rige, se ha cumplido, y lo seguiremos negando desde la cotidianidad de nuestras vidas, ya sea dentro o fuera de la prisión.

De manera colectiva y coordinada el día 17 de octubre decidimos levantar la huelga de hambre. Creemos que el carácter reivindicativo de negación y profundo desprecio a las cárceles y el sistema podrido desde sus raíces que lo rige, se ha cumplido, y lo seguiremos negando desde la cotidianidad de nuestras vidas, ya sea dentro o fuera de la prisión.

Ésta acción fue una manera de romper con el aislamiento y la dispersión, para sostener y crear un lugar de lucha y demostrar que aun estando tras las rejas no han podido entibiar nuestros espíritus rebeldes.

De manera colectiva y coordinada el día 17 de octubre decidimos levantar la huelga de hambre. Creemos que el carácter reivindicativo de negación y profundo desprecio a las cárceles y el sistema podrido desde sus raíces que lo rige, se ha cumplido, y lo seguiremos negando desde la cotidianidad de nuestras vidas, ya sea dentro o fuera de la prisión.

Ésta acción fue una manera de romper con el aislamiento y la dispersión, para sostener y crear un lugar de lucha y demostrar que aun estando tras las rejas no han podido entibiar nuestros espíritus rebeldes.

Como anarquistas, parte de la ruptura que elegimos realizar consiste en negar al estado y a cualquier forma de autoridad el control y regulación que pretenden ejercer sobre nuestros cuerpos y vidas. Somos nosotros, de manera individual y consciente quienes debemos decidir sobre nosotros mismos, nadie más. Por eso hemos retomado el control de nuestros cuerpos, la huelga de hambre fue un claro ejemplo de ello.

Podemos resumir nuestro acto como una pequeña aportación a la irreductible guerra contra la dominación del poder establecido, por la dignidad de aquellas y aquellos que pueden mirar de frente al enemigo sin bajar la vista. Un acto de rebeldía y desobediencia y no un acto de victimización; un acto que une nuestros corazones y que nos hace sentir parte activa de una lucha consecuente que no se detendrá.

No descartamos la posibilidad de volver a emplear esta o cualquier otra herramienta que consideremos útil para llevar a cabo a nuestras luchas.

Agradecemos profundamente el acompañamiento y la solidaridad a todas las personas que estuvieron pendientes durante nuestra protesta, recordándoles que ni las prisiones detendrán nuestra rebeldía.

Por qué no basta con hablar de anarquía, debemos ser expresión de dicha anarquía.

¡Hasta que todos seamos libres!!

Mario González García

Carlos López Marín “Chivo”

Fernando Bárcenas

Abraham Cortés


Fuente: CGT-Chiapas

Comunicado sobre el fin de la huelga de hambre de anarquistas presos