Marruecos, el sultanato, que sólo controlaba una parte de lo que hoy es Marruecos (aproximadamente un tercio), consiguió su supervivencia gracias a su alianza con el movimiento de liberación nacional y al colonialismo francés, que, aparentemente eran enemigos irreconciliables. Jugada maestra que le permitió la fusión de esas relaciones feudales de dominación con el estado moderno centralizado, herencia del colonialismo.

¿Qué es el Makzen?

¿Qué es el Makzen?

El estado marroquí tiene unas características peculiares que le han permitido sobrevivir a las revueltas populares que sacudieron el norte de África en el 2011 y que en Marruecos se expresaron con el Movimiento 20 de febrero. La monarquía alauita se sustenta no solamente en el estado moderno centralizado, con su policía, su ejército, su administración y todas sus instituciones, sino también en la pervivencia del sultanato, de unas relaciones de carácter feudal basadas en vínculos de vasallaje que penetran en toda la sociedad a través de una amplia red de “feudales”, de “petits rois” que permite la sumisión de los súbditos a su majestad. Y ahí aparece el concepto del Makzen.

En Marruecos, formalmente existen numerosos partidos, sindicatos, asociaciones, elecciones…, toda una fachada democrática al gusto occidental. Pero el Makzen, ese híbrido entre el estado centralizado moderno, creado por el colonialismo, y el sultanato basado en la teocracia y en el vasallaje,  es un poder absoluto con un rey por encima de cualquier ley o constitución. Mohamed VI es el príncipe de los creyentes y su poder no puede ser cuestionado.

Esto explica que ante el Movimiento 20 febrero, el rey haya respondido, fundamentalmente con la represión, pero al mismo tiempo con una reforma constitucional promovida por él mismo para vender la imagen de un rey que escucha a su pueblo y de paso, dividir más la oposición y ganarse a unos cuantos partidos de izquierda a las filas de los súbditos de su majestad (como, por ejemplo, poniendo al frente del recientemente creado consejo nacional de derechos humanos a un antiguo preso políticos). El mensaje es claro: La democracia que se puede disfrutar en Marruecos es solamente la que permita el rey.

En Marruecos puedes encontrar la paradoja de ver un día machacar literalmente a palos una protesta popular contra el indulto real al pedófilo Diego Galán, y a los dos días, reconocer públicamente que es un error (no del rey, por supuesto, es el error de algún súbdito, el rey no sabía nada) y a partir de ahí libertad total para manifestarse sobre el tema. En resumen, se trata de dejar siempre claro que nada se mueve en Marruecos sin el consentimiento real.

Los movimientos de liberación nacional que, sobre el papel, luchaban contra el colonialismo y por la independencia, han construido estados nacionales, independientes, aparatos de poder y de opresión sobre sus pueblos, siguiendo y dando continuidad al modelo colonial contra el que teóricamente luchaban, aunque sea con la etiqueta de liberación nacional, de democracia popular, como es el caso de Argelia y su “glorioso” Frente de Liberación nacional. En

Hoy el Makzen sobrevive por encima de su fachada democrática gracias a la colaboración de la gran mayoría de partidos, sindicatos, asociaciones, terratenientes, caciques, chivatos, una red que se extiende por todo el país para servir al rey y aclamar la ocupación del Sahara Occidental. Y también gracias a su estrecha alianza con EEUU y la UE, especialmente Francia y España, que consideran a Marruecos un fiel aliado lo que permite al estado marroquí impunidad internacional en la represión y violación de los derechos humanos, así como en su ocupación del Sahara Occidental, violando las resoluciones de la ONU

Pero ni todos estos factores juntos están pudiendo callar las luchas del pueblo que son las que han obligado  a una reforma constitucional, que han obligado a echar atrás por primera vez en la historia un indulto real, que han mostrado su rechazo con un abstencionismo superior al 70%  en la reforma constitucional y en las elecciones. El M 20F sigue en la calle. El próximo 26 de enero hay nueva convocatoria de movilización. Continuamente queda al descubierto que lo que fundamentalmente mantiene a la monarquía es la más brutal represión, el miedo, el terror, poniendo al desnudo su carácter dictatorial


Fuente: CGT Norte de África

El estado marroquí entre el poder divino y el capital