Melchor Rodríguez fue un ejemplo de las esencias, valores y ética del anarcosindicalismo, un auténtico libertario. Nos dejó un ejemplo del ejercicio de la responsabilidad y de la acción, de la toma de decisiones en situaciones límites, de la coherencia de las propias ideas, del compromiso y, por eso, el empeño de CGT en recuperar su figura.
“Morir por las ideas. Nunca matar por ellas”. Esta frase que Melchor Rodríguez pronunciara es una síntesis de su forma de vida. La historia de este anarquista ha sido rescatada (la ley de memoria histórica nunca lo haría) gracias al trabajo realizado desde hace años por los compañeros del Grupo de Trabajo por la Recuperación de la Memoria de CGT Andalucía (encabezada por su coordinador, Cecilio Gordillo) y Alfonso Domingo, autor del libro.
Cada uno de los comentarios efectuados hacían hincapié en la importante labor de Melchor Rodríguez en la CNT, figura que incomprensiblemente no ha sido reconocida en toda su valía. La importancia de este anarquista comprometido se puede igualar a la de figuras tan conocidas y renoconidas como Federica Montseny o García Oliver, todos ellos como Melchor pertenecientes y militantes de la FAI.
Conocidísimo es el hecho, cuando era el director de prisiones, de su enfrentamiento con las masas para evitar que se tomaran la justicia por su mano contra los fascistas allí prisioneros. Es destacable en su biografía cómo consiguió acabar con las sacas, secundado por el compañero García Oliver desde el Ministerio de Justicia.
Las diversas intervenciones de los asistentes resaltaron la necesidad de acabar con esa imagen equivocada de los anarquistas como promotores del desorden y la violencia. Nada más alejado de la realidad de los principios libertarios. De hecho comentaban que el comportamiento de las tropas milicianas anarquistas era ejemplar, dato confirmado por combatientes fascistas, según el compañero. También resaltaban episodios que demostraban la importancia que daba este destacado faísta del respeto al contrario.
Desde CGT se ha solicitado al ayuntamiento de Madrid el reconocimiento de Melchor Rodríguez como el último alcalde republicano. Él fue el encargado (el último en abandonar el ayuntamiento) de asegurar que la entrada de las tropas franquistas no supusiera mayor derramamiento de sangre. La guerra ya estaba acabada y entregó las llaves del ayuntamiento consiguiendo que no se disparara ni un sólo tiro.
El Secretariado Permanente de CGT como la Sección Sindical de CGT en el ayuntamiento de Madrid se ha reclamado su nombre para una calle, como se ha conseguido ya en Sevilla. Desgraciadamente, por parte del no ha habido reacción ni en el partido de gobierno ni entre PSOE e IU.
Entre los asistentes se encontraban varios familiares de Melchor Rodríguez que conferían un ambiente emotivo. Su nieto Melchor (del mismo nombre que él) hizo el breve comentario de que su abuelo era un hombre entrañable y que nunca quiso nada para él.
Con estas iniciativas CGT pretende recuperar la diginidad para los luchadores de los inicios del siglo XX y que sirva de ejemplo para las nuevas figuras del anarquismo actual.
Fuente: CGT Memoria Libertaria