El sindicato celebra que más de 400 ciudades del mundo se unan para protestar el próximo fin de semana contra un sistema político y económico injusto e insostenible.

Con motivo de cumplirse el próximo fin de semana el V aniversario de la gran movilización popular que tuvo lugar durante el mes de mayo de 2011, que acabó pasando a nuestra historia moderna como 15M, la Confederación General del Trabajo (CGT) quiere sumarse al homenaje que merece aquella explosión de lucha, de acción directa y de solidaridad, en la que se fueron creando redes de apoyo mutuo y desarrollando un pensamiento crítico colectivo.

Con motivo de cumplirse el próximo fin de semana el V aniversario de la gran movilización popular que tuvo lugar durante el mes de mayo de 2011, que acabó pasando a nuestra historia moderna como 15M, la Confederación General del Trabajo (CGT) quiere sumarse al homenaje que merece aquella explosión de lucha, de acción directa y de solidaridad, en la que se fueron creando redes de apoyo mutuo y desarrollando un pensamiento crítico colectivo. Al mismo tiempo que nos sumamos al llamamiento a todos los sectores sociales, para que participen activamente en los numerosos actos y manifestaciones que se han convocado con motivo de cumplirse ahora cinco años de las acampadas en las plazas de muchas ciudades españolas.

Es muy importante lo que las luchas y movilizaciones posteriores deben al 15M. Desde entonces se han ido construyendo proyectos autogestionarios que van creando redes de producción, distribución y consumo de productos ecológicos, cooperativas de servicios, centros sociales, bancos de tiempo, mercados de trueque, bibliotecas y un sinfín de iniciativas que funcionan al margen del sistema político y económico. También beben de aquella explosión de dignidad y rabia movimientos como la PAH, las mareas de sanidad, educación y otros servicios públicos, que tanto están contribuyendo a la recuperación de la ilusión y la capacidad de lucha de los sectores empobrecidos y precarizados por los salvajes recortes impuestos por las políticas neoliberales de los últimos gobiernos.

Si algo tuvo de excepcional el 15M fue su capacidad para devolver a la gente las ganas de pelear, de debatir, de organizarse al margen de partidos e instituciones. Ello a pesar de que hubo que enfrentarse tanto al silencio y después a los ataques del poder mediático y a la represión del Estado (desalojos de Sol, Plaza Catalunya, Primavera Valenciana, etc.) como a las maniobras de algunas organizaciones políticas para arrastrar al movimiento a la participación en el juego electoral y la integración en el sistema.

La CGT y el conjunto del movimiento libertario, sus militantes, nos unimos a aquella eclosión de libertad y de ilusiones compartidas desde el primer momento porque vimos lo mucho que nos unía con aquella nueva experiencia. Comprobamos que la forma de participar, de debatir y decidir coincidía con nuestros métodos y proyectos.

Aunque ya se ha dicho y escrito mucho sobre el 15M español y su influencia en todas las luchas posteriores, no podemos aislarlo de respuestas muy similares que se van dando en otras partes del mundo; de los Ocuppy de Londres, Nueva York y otras ciudades americanas, las revueltas de las primaveras árabes o las manifestaciones recientes de Grecia, Italia o Francia contra los recortes impuestos por la Troika. Precisamente ha sido la gran repercusión de la Nuit Debout francesa la que ha reactivado el poso que dejó el 15M y similares para que de nuevo este 15 de mayo se haya podido convocar como una jornada de lucha social en más de 400 ciudades de todo el mundo.

Para la CGT el 15M ha representado, sin duda, la mayor y más importante revuelta social no sólo de lo que va de siglo, sino que puede considerarse que su repercusión puede estar al nivel del mayo del 68 parisino o la Primavera de Praga. Uno de los aspectos más destacable del 15M español –y en eso también es equiparable al mayo francés- es la originalidad y la rotundidad de sus lemas. Eslóganes como: «No hay pan para tanto chorizo», Nuestros sueños no caben en vuestras urnas», «Vamos lentos porque vamos lejos» o «Que no, que no, que no nos representan» explican muy bien la indignación ante un sistema tan injusto y fracasado como el que padecemos y que ahora nos amenaza con el TTIP.

Por todo ello, desde la CGT celebramos que todavía no hayan podido doblegar el sueño del 15M (desde el poder y desde los grupos que aspiran a ocuparlo) y llamamos a nuestra militancia y al resto de las clases populares a sumarse a la fiesta y las reivindicaciones de este 15M de 2016.

 


Fuente: Gabinete de Prensa del SP del Comité Confederal de CGT

La CGT se suma al llamamiento a la movilización con motivo del V aniversario del 15M