El crecimiento económico, la bajada del paro y el aumento de cotizantes a la Seguridad Social, se alzan sobre una sociedad cada vez más precarizada, más desigual y más injusta.
Desde CGT denunciamos la falsa recuperación económica basada exclusivamente en el aumento de la tasa de ganancia del empresariado y, especialmente, en la mayor explotación de millones de personas asalariadas.
El empresariado y los políticos, a través de sus leyes, sobre todo la ley de Reforma Laboral y, de manera transcendental, la reforma del artículo 135 de la CE, han destruido 3,5 millones de empleos, de los cuales un porcentaje muy significativo correspondía a empleos fijos y más dignamente remunerados.
Desde CGT denunciamos la falsa recuperación económica basada exclusivamente en el aumento de la tasa de ganancia del empresariado y, especialmente, en la mayor explotación de millones de personas asalariadas.
El empresariado y los políticos, a través de sus leyes, sobre todo la ley de Reforma Laboral y, de manera transcendental, la reforma del artículo 135 de la CE, han destruido 3,5 millones de empleos, de los cuales un porcentaje muy significativo correspondía a empleos fijos y más dignamente remunerados.
En los últimos 35 años se han llevado a cabo la friolera de más de 30 reformas laborales y la precariedad (temporalidad) se ha movido en medias del 16%, lo cual explica que, en el 2015, la suma de estos dos factores políticos, reformas laborales y mano de obra de “usar y tirar”, haga que el paro disminuya en 354.000 personas y que el 92% de todos los contratos realizados (18.576.280) sean temporales, precarios, es decir, 17.067.115.
Otra consecuencia, la expropiación de las rentas salariales ha supuesto que las nóminas de la población asalariada hayan caído en un 30%, en ese ejercicio perverso del capitalismo actual que no sólo basa su ganancia en la explotación de la mano de obra, sino que a ésta, le ha añadido el “robo” directo de los salarios.
Más de 10 millones de personas en el estado español se encuentran por debajo del umbral de la pobreza, es decir, perciben menos del 60% del ingreso mediano del país, menos de 8.000 € anuales por hogar.
La variable dependiente de la actual situación del mercado de trabajo, es la gran paradoja ya que, como consecuencia de la bajada de salarios y de la exención empresarial en las cotizaciones sociales (no cotizan nada de los primeros 500 €; tarifa plana de 100€, etc.)- aún subiendo la afiliación a la seguridad social en 533.186 personas en el 2015, los ingresos solamente aumentan un 1%, mientras los gastos lo hacen al 3,5%.
Desde CGT denunciamos este falso “mito del crecimiento” basado solamente en indicadores monetarios (PIB, beneficios empresariales), cuando la actividad económica humana, el empleo asalariado y el trabajo, todos los trabajos, que son los que hacen “crecer” esos indicadores, son ninguneados, robados y expoliados, creando mayores cotas de injusticia social y, en definitiva, más precariedad y más desigualdad.
Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT