Despidos colectivos, flexibilidades horarias, inteligencia artificial y Control Room.
El 7 de mayo de 2019, la dirección de Global Sales Solutions Line, (GSS Line) empresa de Contact Center matriz del Grupo GSS, adquirida por el Grupo italiano Covisian el 27 de diciembre de 2018, presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pretenden que afecte a veintisiete trabajadoras y trabajadoras de la Estructura central de la compañía y a cuatro supervisores de las campañas de BBVA.
El 7 de mayo de 2019, la dirección de Global Sales Solutions Line, (GSS Line) empresa de Contact Center matriz del Grupo GSS, adquirida por el Grupo italiano Covisian el 27 de diciembre de 2018, presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que pretenden que afecte a veintisiete trabajadoras y trabajadoras de la Estructura central de la compañía y a cuatro supervisores de las campañas de BBVA.
Las causas que alega la compañía para estos despidos son organizativas y productivas debido a la falta de demanda y la caída de producción de los últimos meses.
Sin embargo, a la sección sindical de CGT, que ha comenzado a negociar junto con el resto de los sindicatos este Despido Colectivo presentado por la empresa, no se le escapa que detrás de esta medida se encuentra la compra del Grupo GSS por parte del holding empresarial italiano Covisian que busca incrementar la productividad con despidos colectivos y la pretensión de introducir una flexibilidad horaria que puede suponer un intento de descuelgue de las condiciones colectivas que tiene nuestro sector en el convenio de Contact Center.
Esta multinacional, el Grupo italiano Covisian, surgió de la fusión de dos empresas de Contact Center transalpinas, Contacta y Visiant en el año 2016 y está financiadas por un fondo de inversión milanés de capital fijo que esta integrado por entidades bancarias principalmente, denominado Aksia Capital IV.
El Modelo italiano
El Grupo Covisian nos cuenta que en Italia tienen un modelo único para incrementar sus beneficios de forma exponencial. Un maravilloso sistema de flexibilidad horaria que consiste en disponer de las trabajadoras y los trabajadores a su libre albedrío, cuando la productividad lo demande. El seguimiento de esta producción se lleva a cabo a través de un programa informático, denominado Sparta, basado en la inteligencia artificial, y que consiste básicamente en un control de la rentabilidad de cada trabajador que debe estar registrando cada llamada de acuerdo con unos parámetros determinados que sólo conoce esa herramienta exclusiva. Para CGT, los mismo de toda la vida, aumentar sus ganancias a costa de multiplicar sus beneficios.
Este modelo lo quieren importar ahora al Grupo GSS y nos recomiendan incluso que hablemos con algunos sindicatos italianos que con los que ellos ya han acordado en el pasado flexibilizar las condiciones de la plantilla. Desde CGT desconocemos lo que permite la legislación italiana y sus sindicatos amigos, pero desde CGT tenemos claro que utilizaremos todos los medios a nuestra disposición para frenar estos ataques y agresiones que incumplen de arriba abajo lxs pocos derechos que tenemos en el sector del telemarketing en el estado español. Y si quieren que hablemos con sindicatos italianos los haremos, pero no con los que ellos nos elijan sino con nuestras compañeras y nuestros compañeros de la Red Sindical Internacional de Solidaridad y Luchas, no con quien ellos quieran.
CGT tiene varios frentes abiertos desde la llegada de nuestros nuevos dueños; pero, sin duda, tanto la herramienta informática Sparta, como la flexibilidad horaria, como este Expediente de Regulación de Empleo, obedecen al mismo proyecto de los administradores de Covisian.
La operación de compra del Grupo GSS se llevó a cabo en un abrir y cerrar de ojos. El antiguo dueño de la empresa, Vicente López, vendió su paquete de acciones a Covisian, y los accionistas minoritarios siguieron su ejemplo, entregándoles a estos Covisian, a cambio, un cinco por ciento del paquete de sus acciones.
Comienzo de los despidos “objetivos”
Aunque el ERE se ha presentado el 7 de mayo los despidos llevan varios meses sucediéndose. Nada más desembarcaron los italianos, comenzaron los despidos “objetivos” individuales. El primero de ellos, la Directora Corporativa del área Operaciones, Concha Velasco, una de las personas que creó el Grupo GSS y que estaba en el Comité de Dirección; a continuación, fueron despedidos otros directores y responsables que hasta ahora parecían intocables. De ninguno de ellos se presentó la carta de despido a la Representación Legal de los Trabajadores. A todos ellxs se les puso de patitas en la calle reconociéndoles, parece ser, la improcedencia del despido. Llevaban once despidos de estas características, cuando presentaron el ERE de estructura.
Al mismo tiempo, implantaban unilateral y paulatinamente el Programa Sparta en diferentes campañas. CGT presentó un informe negativo del mismo porque supone para todos los agentes una mayor carga de trabajo y no se ha llevado siquiera una evaluación de riesgos por parte del departamento de prevención como exige la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
Por otro lado, este sistema exige a las operadoras y operadores entrar antes de su hora para arrancar los equipos y conectarse a Sparta. Mayor saturación en el trabajo, aumento indirecto de la jornada laboral, eso sin contar la exigencia que supone para cada persona estar conectada a este sistema durante horas, lo que puede provocar aumento de estrés, son sólo algunos inconvenientes que ha señalado CGT hasta ahora.
Lo que ellos llaman Sparta nos recuerda la situación de esclavitud de Matrix, donde las máquinas y las inteligencias artificiales sustituyen a las personas que se conectan a un mundo nuevo. Pero es que además con esta nueva aplicación nos quieren colar una indecente e ilegal distribución irregular de la jornada que ellos denominan Flexibilidad. El modelo que trae esta multinacional italiana supone ampliar o reducir la jornada del trabajador/a su antojo, modificar el horario con sólo notificarlo con un sólo día de antelación o incluso variarlo en la misma jornada. No sólo se vulneran los plazos del convenio, sino que se incumple el mismo Estatuto de los Trabajadores al pretender la empresa que las personas se vayan a sus casas cuando la producción caiga y se tenga que compensar este tiempo como vacaciones o fuera de sus jornadas laborales. Y todo por la misma causa que ahora esgrimen para presentar este despido colectivo: la caída de la demanda.
Control Room
Y no hemos terminado, de manera simultánea a todo lo anterior se ha llevado en la sede central de la compañía unas obras urgentes e inaplazables, levantado tabiques y compartimentado los espacios para crear lo que han denominado la “Control Room”, un sofisticado centro de control donde mediante aplicaciones informáticas se supervisa la producción de los/as agentes, y de este modo se amortiza los primeros puestos de trabajo que quieren sacudirse con el ERE. Sin ánimo de ser pedantes, como rezaba el Libro del Eclesiastés (1:9) “La historia no hace más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el sol”. Bajo el barniz informático y apariencia vanguardista, se esconde la misma vieja pretensión capitalista de siempre: disponer del tiempo de la clase obrera a su antojo y según sus necesidades productivas.
La CGT ha puesto a disposición de su equipo jurídico toda la documentación presentada en este ERE, al igual que ya se está trabajando sindical y jurídicamente para lo que puede suponer el intento de implantación por la puerta de atrás, de la flexibilidad horaria.
Nos encontramos en esta compañía ante una ofensiva empresarial que pretende desmontar las condiciones laborales de las trabajadoras y los trabajadores. Nuestro sindicato va a dar batalla en la calle y en los juzgados, una vez más, de esta arrogante estrategia. Para CGT las máquinas, la inteligencia artificial y el desarrollo de las fuerzas productivas debe beneficiar las condiciones de las más de 2000 personas que trabajamos que trabajamos en GSS en el Estado Español.
Para finalizar indicar que ninguno de los nuevos gerifaltes se ha preocupado siquiera en preguntar qué problemas tenemos las personas que trabajamos y sacamos adelante el Grupo GSS, ni ha querido solucionar ninguno de los conflictos que tenemos. Sólo quieren aplicar sus recetas.
Desde CGT advertimos que Covisian tiene un dilema que resolver, o poner los pies en la tierra o seguir en la nube. De su respuesta… vendrá la nuestra. Seguiremos informando.