El 18 enero, 16 activistas del Movimiento Popular Rifeño llegaron a la costa de Motril (Granada) huyendo de la persecución, acoso, tortura, hostigamiento y maltratos físicos y psicológicos por el simple hecho de ser rifeños.

Recordemos que la zona del Rif permanece a fecha de hoy como zona militarizada en virtud de un decreto de finales del año 1958, dos años después de que el Estado Español retirara sus fuerzas de la zona tras la finalización del protectorado.

El Estado Español financió la campaña del Rif entre los años 1909 y 1931, un derroche en dinero público (5.600 millones de las antiguas pesetas) y en vidas humanas (21.000 personas), principalmente jóvenes de familitas humildes que dieron su vida para enriquecer a Romanones, Güel y Zubiría.

La Compañía Española de Minas del Rif (1907 – 1967) costó muchas vidas y mucho dinero a las, les y los españoles.

El Rif sigue hoy bajo el yugo de la dictadura, la Alauita, ajeno al progreso y falto de toda oportunidad de una vida digna  y todo ello gracias a la mirada indiferente de occidente, principalmente de los Estados Español y Francés, cuyos gobiernos, al dictado del capital, amparan esta violación sistemática de los derechos humanos y prueba de ello es que estos activistas han sido conducidos al centro de internamiento de inmigrantes de Murcia para proceder a su deportación a un país que utiliza la tortura para cumplimentar sus diligencias procesales y así condenar a jóvenes cuyo único delito es reivindicar de forma pacífica su derecho a una vida mejor.

Todos recordamos a aquel joven triturado en un camión de basura, aquellos jóvenes calcinados en una sucursal bancaria. Esos manifestantes asesinados cuando se manifestaban de forma pacífica …

Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) nos solidarizamos, una vez más, con la lucha del Pueblo Rifeño que combatió con bravura el colonialismo Hispano-Francés y que ahora sufre las represalias de la dictadura colaboracionista alauita.

Exigimos que se atienda las peticiones de asilo y que se proceda según se relata en el artículo 1.A.2 de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951.

Por el cierre de todos los CETIs y CIEs

Abajo los muros de las fronteras

Libertad y protección para los refugiados y exiliados


Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT

Libertad y derecho al asilo para los rifeños retenidos en Murcia