Diez miembros del colectivo viajan la semana que viene al complejo político de Bruselas, apoyados por Podemos, para denunciar los incumplimientos de la Junta.

El colectivo de extrabajadores de Delphi sigue con su incansable peregrinación en busca de una solución definitiva al conflicto laboral que, el próximo febrero, cumplirá ocho años. La semana que viene agotarán otro cartucho, esta vez, en Bruselas.

El colectivo de extrabajadores de Delphi sigue con su incansable peregrinación en busca de una solución definitiva al conflicto laboral que, el próximo febrero, cumplirá ocho años. La semana que viene agotarán otro cartucho, esta vez, en Bruselas. Una representación de los parados de Delphi se desplazará a la sede política del Parlamento Europeo para denunciar la situación en la que se encuentra el colectivo y para explicar de primera mano a las autoridades europeas los incumplimientos de la Junta de Andalucía en relación a los compromisos suscritos en el protocolo de junio de 2007 tras el cierre de la factoría.

Diez personas se encargarán de poner rostro en Bruselas a la tragedia que viven los afectados por el cierre de Delphi. Quieren trasladar al Gobierno comunitario el mensaje de que la Administración andaluza, pese a ser una institución pública, no cumple con sus pactos. Se sienten abandonados. El desánimo y el cansancio entre los parados de Delphi empieza a pasar factura al comprobar que la situación sigue igual después de años de movilización. El viaje a Bruselas es un aliciente más para seguir adelante, pero no ha sido fácil embarcarse en esta nueva protesta. Los extrabajadores han recibido el respaldo de varios dirigentes de Podemos para trasladar su conflicto laboral hasta el complejo político de Bruselas. El colectivo también ha contado con el apoyo de las centrales sindicales y ha aprovechado la celebración de unas jornadas especiales en el Parlamento para contar incluso con apoyo económico para el viaje. La agenda de los exdelphi en Bruselas está abierta, aunque el objetivo prioritario es entrevistarse con responsables de varios grupos políticos de la eurocámara. Los portavoces de los extrabajadores llevan en la maleta de viaje un dossier que resume el conflicto laboral de Delphi desde el cierre oficial de la factoría, en junio de 2007, hasta nuestros días. En este informe se detalla la actuación de la Junta y su compromiso con los afectados, que incluye, entre otras cosas, la recolocación o, en su defecto, la formación remunerada. La Junta dio por zanjada la relación con los exdelphi en octubre de 2011. Desde entonces, los parados, muchos de ellos de difícil reincorporación al mercado laboral por su edad, han ido agotando sus prestaciones sociales. No hay que olvidar que medio centenar de estos parados acaba de cumplir once meses de encierro en los salones del edificio de los sindicatos, en Cádiz, en demanda de una solución definitiva. Los representantes de los extrabajadores exigen la apertura de una mesa de diálogo con la Junta para reconducir la situación y zanjar el conflicto. La crispación es un denominador común entre el colectivo. El último ejemplo de tensión lo pudimos ver hace dos semanas cuando los exconsejeros de la Junta Martín Soler y Antonio Ávila acudieron a declarar al Juzgado número 4 de Cádiz por el fraude detectado en el Plan Bahía Competitiva. Se trata del proyecto de captación de inversiones que diseñó el Gobierno de Manuel Chaves para reindustrializar la Bahía de Cádiz tras el cierre de Delphi. El plan resultó un absoluto fiasco.

Los exdelphi trasladan el conflicto laboral al Parlamento Europeo