Nos encontramos ante una crisis del sistema capitalista, en la que el dogma neoliberal ha saltado por los aires bajo sus propias contradicciones. La crisis es planetaria, nos afecta a todos los pueblos del mundo, y es global, se entrecruzan la crisis financiera, la crisis alimentaria, la crisis ecológica, la crisis energética y la crisis social.
Frente a esto vemos cómo los y las dirigentes de las grandes potencias se han puesto de acuerdo para que de la crisis se beneficien los banqueros, los especuladores y los corruptos de siempre. El G-20 defiende los privilegios e intereses de unos pocos a costa de la mayoría social, debiendo pagar la crisis los de siempre : los trabajadores y trabajadoras, la clase trabajadora inmigrante, las personas en precariedad o exclusión social, las personas jóvenes, las mujeres, etc.
Pretenden hacernos creer que los responsables de la crisis son los trabajadores y trabajadoras por “la falta de productividad” o la clase trabajadora inmigrante porque “la inmigración viene a quitarnos el trabajo”. Quieren que la indignación y la protesta social nos les salpique con discursos xenófobos que hagan realidad el divide y vencerás, haciéndonos olvidar además con mentiras y manipulaciones el pasado de emigración (tanto legal como ilegal) que vivimos los españoles y españolas, y que llevó a más de un millón de personas a emigrar legalmente, y a un número incuantificable, pero muy superior al medio millón, a emigrar ilegalmente.
La crisis la han producido los capitalistas en su vorágine rapaz de acumulación de recursos y capital, y la estamos pagando el resto con despidos masivos, carestía de la vida, desahucios, recortes de derechos y represión a la inmigración. Si ya antes de la crisis las condiciones de trabajo y el poder adquisitivo de los trabajadores y trabajadoras dejaban mucho que desear e iban en retroceso, ahora con la crisis empeoran a marchas forzadas. Sólo en la provincia de Málaga se contabilizaron 125.570 parados en el mes de octubre y en lo que va de año ya se han tramitado 236 procesos por impago de hipotecas.
Por todo esto no compartimos las políticas que desde la Unión Europea y el gobierno español se están dando, porque ponen al Estado al servicio del mercado en lugar de garantizar una vida digna para todas y todos. Nos oponemos a :
La Directiva de la Vergüenza que criminaliza a los trabajadores y trabajadoras inmigrantes.
La Directiva de aumento de la jornada laboral a las 65 horas.
El trasvase de dinero público a la banca mediante los cheques-regalo que el Estado entrega a los bancos, especuladores y empresarios.
Las privatizaciones totales o parciales de los servicios públicos.
La Directiva Bolkestein que permite las privatizaciones de servicios públicos, deslocalizaciones de empresas y el dumping social.
Ante esta lógica del capital llevada a cabo por la Unión Europea imperialista y el gobierno español creemos que hay que contraponer la lógica del trabajo, aquella que defiende los intereses de la mayoría social. Frente a la crisis es la hora de plantear cambios reales y no meras correcciones de los “excesos” del capitalismo. A la par de las movilizaciones contra la crisis y contra las políticas del gobierno queremos poner encima de la mesa “grandes propuestas” para que la crisis no la paguen los de siempre, y las personas trabajadoras tengamos por fin las condiciones de vida que necesitamos.
Llamamos a la clase trabajadora, a los y las estudiantes y a las capas populares a luchar por :
Freno a los despidos colectivos, a los cierres y deslocalizaciones de empresas, que no se firme ningún expediente de regulación de empleo.
Ninguna persona es ilegal : ampliar los derechos para todas y todos. Por el derecho a elegir el lugar donde trabajar.
Cierre de los Centros de Internamiento para Extranjeros.
Curro digno : jornada laboral de 35 horas y aumento del salario mínimo y la pensión mínima.
Recuperación de empresas para lo público y potenciar los servios públicos : Stop al Plan Bolonia en la Educación Superior.
Intervención del Estado en favor de las familias hipotecadas : paralización de los embargos y desahucios por impago de hipotecas.
Congelación de los intereses de las hipotecas.
Intervención pública y democrática de la Banca, pasando a control público y popular.
Democratización de las empresas : control de las empresas por los trabajadores y trabajadoras.
Democratización del sistema político español, para que pasemos de ser súbditos que elegimos cada 4 años a quienes gestionan nuestra explotación, a ciudadanos y ciudadanas con capacidad efectiva para transformar la realidad en beneficio de la clase obrera.
No a la Europa del Capital.
Retirada de las tropas españolas de ocupación en el extranjero e inversión de los recursos del gasto militar en gasto social y verdadera ayuda al desarrollo de los pueblos.
Los colectivos, organizaciones políticas, sindicatos, movimientos sociales y todas aquellas personas que nos encontramos en este manifiesto vamos a salir a las calles de Málaga para que la crisis capitalista no la paguen los de siempre.