Lamentablemente, este podría ser el título de una novela negra que transcurre durante estas fechas en nuestra ciudad pero, nada más lejos de la realidad, es un nuevo accidente de trabajo que ha ocurrido en el recinto de la Exposición Internacional con el siniestro resultado de la muerte de un trabajador.

Hartos de estadísticas la CONFEDERACIÓN GENERAL DEL TRABAJO (CGT) se ve obligada, una vez más, a denunciar y pedir responsabilidades a una empresa : “EXPOAGUA”, que antepone el espectáculo a la seguridad de sus trabajadores.

Cuando se forma la Unión Temporal de Empresas para gestionar, en este caso, el servicio de luz y sonido del Palacio de Congresos hemos de suponer que se realiza (no lo podríamos entender de otra manera) para disponer de personal y el material suficiente. Esto no ha sido así, las prisas y los beneficios se han antepuesto a esa idílica idea, es decir, la falta de personal y las jornadas de trabajo de hasta 15 horas han constituido una carga de trabajo que nos obliga a pensar en la primera de las causa de este accidente.

Si a esta situación le unimos la insensibilidad de la empresa a las quejas, constatadas, de los trabajadores sobre la pasarela en la que se produjo el siniestro (como dirían en el argot “el paso de vida no estaba limpio”), el panorama se aclara y las responsabilidades empiezan aflorar.

Pero, todo esto se podía haber evitado si cuando se produjo el accidente en el espectáculo HOMBRE VERTIENTE, se hubiera revisado todo el complejo. Cosa que no se hizo.

Este cúmulo de negligencias han impedido cumplir con la normas de prevención y seguridad a las que les obliga el Decreto 171/2004 y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales 31/1995 en su Art. 24.

Ciertamente, de nada sirve lamentarnos ahora, es el momento de apoyar a la familia y recordar que la FORMACIÓN e INFORMACIÓN es un derecho de los trabajadores y una obligación que deben cumplir las empresas.
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Fuente: Jesús Pérez Sancho. Secretario de Organización CGT Aragón

Muerte en la EXPO