CGT presenta el número 13 de la publicación La Brecha sobre “La universidad ante la LOSU. Punto de fuga, inventar otra salida”.
La Brecha es una publicación económica y sociolaboral mensual de la Secretaría de Formación Confederal que tiene como objetivo plasmar las distintas realidades y problemas de la clase trabajadora. Este mes de junio, queremos hablar sobre “La universidad ante la LOSU. Punto de fuga, inventar otra salida”. Para ello publicamos un texto elaborado por el Gabinete de Formación y Estudios de CGT.
La universidad atraviesa un proceso de cambios profundos, enmarcado en un contexto económico-social de creciente mercantilización, de ataque y deterioro de lo público y lo común. El sector universitario ha sido tradicionalmente un hervidero de grandes luchas estudiantiles, que lamentablemente no han tenido su correlato en la organización y movilización de los y las trabajadoras. A pesar de las honrosas excepciones que supusieron las luchas contra el Plan Bolonia en el año 2008 y contra los recortes a partir de 2011, la universidad arrastra en el Estado español niveles enormes de precariedad que parecen cronificarse sin una respuesta organizada de los y las trabajadoras. En los últimos años, parece haber un cambio de tendencia con un auge en la organización y los niveles de movilización en el sector universitario y de la investigación, especialmente en algunos territorios como Catalunya, y de la mano de organizaciones como la CGT. Este crecimiento ha sido impulsado y sostenido por una
lucha decidida de parte de la plantilla más precaria de la universidad: profesorado asociado e investigadoras predoctorales, principalmente. El número es un alegato por una universidad al servicio de la educación, de las garantías laborales, la inversión pública y en contra de la tiranía del mercado, que quiere desnaturalizar la función de la enseñanza.
En opinión del colectivo editor de La Brecha: «La universidad arrastra en el estado español niveles enormes de precariedad, que afectan especialmente al profesorado no permanente. La nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU), que entró en vigor este año, se publicitó como solución a este problema. Lejos de contribuir a ello, la nueva Ley parece consolidar -e incluso profundizar- las formas más extremas de precariedad. En este número de La Brecha realizamos una lectura crítica de algunos de los aspectos más nocivos de la LOSU, con el objetivo de espolear una respuesta a este deterioro de la universidad.».