La vigilancia ideológica a los miembros del CdI; los informes semanales partidistas (el último, el del acoso" a políticos); la censura a Ada Colau; la información incompleta sobre la Ley de Costas; la recomendación a los parados para que recen y ahora los consejos de "decoro" en el vestir.

Poco importa si detrás de estos desatinos hay intereses ideológicos o mera dejadez; si quienes ocupan la dirección de Informativos son una camarilla de manipuladores al servicio de Génova y la Conferencia Episcopal o un hatajo de ineptos (o ambas cosas).

Poco importa si detrás de estos desatinos hay intereses ideológicos o mera dejadez; si quienes ocupan la dirección de Informativos son una camarilla de manipuladores al servicio de Génova y la Conferencia Episcopal o un hatajo de ineptos (o ambas cosas).

El resultado es el mismo: hundir el prestigio de RTVE y convertirla en el blanco de las iras o las burlas de los ciudadanos. Es estúpido pensar que hoy en día, con las redes sociales, estos dislates pueden pasar desapercibidos. Al contrario: se difunden instantáneamente y se amplifican, y los perjudicados somos los profesionales de RTVE, que sabemos cómo hacer bien el trabajo (si nos dejan) y queremos una radiotelevisión pública de calidad e independiente.

Mientras esto ocurre, un abogado del Estado, puesto en el cargo para reducirnos a un poste emisor de productoras amigas, nos dice que somos caros. Los directivos incapaces a los que trae de medios afines cobran, al parecer, mucho menos por ahuyentar a la audiencia.

Desde CGT solemos llamar a la movilización, pero esta vez primero queremos invitaros a todos y todas, compañeras y compañeros, a que toméis plena conciencia del momento tan delicado que vive esta casa.

Sección Sindical de CGT en RTVE


Fuente: Sección Sindical de CGT en RTVE

RTVE. Manipulación o incompetencia: El resultado es el mismo