Coincidiendo con el 150º aniversario de su nacimiento, el grupo “Recuperando la memoria de la historia social de Andalucía” (RMHSA de CGT.A) ha editado un folleto que lleva por nombre “Discordancias de Bronce. Nuestra opinión sobre el sindicalismo” escrito en 1919 por el maestro anarquista José Sánchez Rosa asesinado en Sevilla el 1 de agosto de 1936 por la trama civil que apoyó el golpe de estado. La introducción y una breve biografía ha sido realizada por el historiador José Luís Gutiérrez Molina.

El folleto, o cuaderno, de 48 páginas será presentado el próximo día 30 de octubre en CGT-Sevilla, calle Alfonso XII 26 a las 18:00 horas, donde, además se analizaran diferentes propuestas de homenaje y reconocimiento público; propuesta de dar su nombre a una calle, biblioteca o centro de enseñanza público, preferentemente en la zona donde habitó y desarrolló su compromiso con los trabajadores (calle enladrillada, San Julián, Macarena y Alameda).

El folleto, o cuaderno, de 48 páginas será presentado el próximo día 30 de octubre en CGT-Sevilla, calle Alfonso XII 26 a las 18:00 horas, donde, además se analizaran diferentes propuestas de homenaje y reconocimiento público; propuesta de dar su nombre a una calle, biblioteca o centro de enseñanza público, preferentemente en la zona donde habitó y desarrolló su compromiso con los trabajadores (calle enladrillada, San Julián, Macarena y Alameda).
También este mismo domingo 26 a las 12 horas el grupo RMHSA se autoconvocará en las tapias del cementerio San Fernando de Sevilla para hablar sobre este hombre al que tanto le debe Sevilla. Después se ira, donde según el historiador José Díaz Arriaza, estarán sus restos, donde se depositaran algunas flores en su recuerdo, la fosa común denominada El Pico Reja: un espacio triangular ajardinado, en el costado derecho del recinto con cuatro metros de profundidad. Primera fosa donde se arrojaron cadáveres de víctimas de la sublevación fascista, 1.104 cuerpos desde julio a finales de agosto de 1936. Entre ellos estaría también Blas Infante.
En la introducción del folleto, José Luis Gutiérrez Molina, dice; En el 2005 apareció mi biografía de José Sánchez Rosa. Culminaba así, gracias a Fernando Sígler y su editorial Tréveris y al Grupo de Trabajo Recuperando la Memoria Histórica y Social de Andalucía de la CGT-A, un trabajo de varios años siguiendo la pista a la vida y obra del maestro grazalemeño. Con ellas, además, repasaba las décadas en las que el anarquismo empezaba a formar una alternativa revolucionaria. Primero, en el seno del societarismo decimonónico y, después, en el moderno sindicalismo. Periodos durante los que Sánchez Rosa fue uno de los protagonistas más destacados en Andalucía.
Como en otros tantos casos, reconstruir sus vicisitudes personales y recopilar su obra no fue tarea fácil. Derrotados entre los derrotados, los anarquistas españoles no han contado con el interés de las investigaciones académicas. Tampoco el periodo anterior a la Revolución de 1936 ha sido especialmente tratado en la abundante producción memorialista realizada en el propio mundo ácrata. En consecuencia, era prácticamente desconocida una de las personalidades claves para entender al obrerismo andaluz, y la propia historia de Andalucía, de las dos últimas décadas de los ochocientos y las tres primeras de los novecientos. Y eso que de él se había mantenido el recuerdo de su actividad educativa. Un Centro de Adultos del barrio sevillano Pino Montano llevaba su nombre y había emprendido una primera investigación que se plasmó en una publicación. Además, aunque cada vez más lejanos, todavía llegaban los ecos de las voces de las decenas de miles de trabajadores, andaluces y del resto de España, que habían aprendido a leer, escribir y las reglas básicas de la aritmética en sus manuales. Obras que, por décadas, se encontraban en las casas obreras y de las que muchos tenían un recuerdo tan vivo como de haber conocido en persona a su autor.
Poco a poco, hemeroteca a hemeroteca, archivo a archivo, persona a persona pude arribar a puertos que se me antojaban imposibles. Así llegué hasta familiares directos de Sánchez Rosa que me proporcionaron, a falta de recuerdos propios, fotografías y manuscritos que enriquecieron notablemente la edición. Con algún camino que recorrer todavía, en el 2004 decidí poner fin al trabajo que, de otra manera, corría el riesgo de convertirse en uno de los de Hércules con algún ingrediente del de Sísifo. Es decir que amenazaba con ser interminable y circular en algunas cuestiones. Entre las espinas que quedaron estaba la de no haber conseguido reunir la obra escrita de Sánchez Rosa al completo. Faltaba una, de especial importancia para entender la discusión que enfrentó a los anarquistas con los que se denominaban sindicalistas, los seguidores de las nuevas doctrinas organizativas que revolucionaban al mundo obrero y se presentían como una formidable arma de defensa contra cárteles y patronales. Pero también como la herramienta más útil para alcanzar la revolución social. Se trataba de un folleto titulado Discordancias de bronce que tuvo un importante papel en el enfrentamiento que se produjo entre anarquistas y sindicalistas.

Habían pasado casi diez años hasta que este septiembre de 2014 fui entrevistado por la página Web aragonesa Cazarabet (http://www.cazarabet.com) con motivo de la próxima conmemoración del centésimo quincuagésimo aniversario del nacimiento de Sánchez Rosa. En ella me lamentaba de que, en su momento, no hubiera podido encontrar ese folleto. Apenas pasó una semana, cuando recibí un correo de Manuel Carlos García, una de las personas que, hace tiempo, llevaban la Fundación Anselmo Lorenzo y bibliotecario de profesión. Ya a comienzos de los dos mil me había ayudado. Ahora había desplegado sus habilidades y me remitía un pdf con el ejemplar disponible en la Biblioteca de Andalucía en Granada que estaba digitalizado.
En sus apenas 16 páginas de texto, en formato dieciochoavo, se expresaba la opinión del grupo editor de El Productor, que así se firmaba la autoría, sobre el sindicalismo. Esa palabra «mágica, intrigadora y cabalística» que se utilizaba con «obseccionadora (sic) frecuencia» en periódicos; que provocaba encores y simpatías; anhelos esperanzadores y presagios amenazadores». Todo un fenómeno de psicología social. Por fin podía cerrar los argumentos, ampliarlos o reconocer equivocaciones, sobre una cuestión que iba más allá de ser una anécdota en la vida de Sánchez Rosa y estaba en el centro de las relaciones entre el obrerismo organizado y el mundo anarquista. Como bien se sabe el anarquismo no es sólo una ideología de clase y, la organización clasista del mundo proletario, ha sido una de las discusiones fundamentales entre los ácratas españoles. La balanza siempre se ha inclinado por mantener unas más que estrechas relaciones que es lo que está detrás de la formación del anarcosindicalismo, la propuesta teórica y práctica más importante de la contemporaneidad hispana al mundo social internacional.
Rabiosamente actual, Sánchez Rosa planteaba la contradicción entre burocracia y libertad, el autoritarismo inherente al marxismo, la manipulación de los trabajadores por sus representantes y la necesidad de la educación y formación para crear a personas conscientes. Todavía hoy estamos discutiendo estas cuestiones que se adivinan centrales para la construcción de una auténtica alternativa social.


Fuente: CGT Andalucía

Se edita “Discordancias de Bronce” de José Sánchez Rosa, coincidiendo con el 150ª aniversario de su nacimiento