Desde la Confederación General del Trabajo recibimos con admiración la valiente resistencia del Pueblo chileno levantado en movilizaciones populares masivas desde hace un par de días frente a la oligarquía del presidente Piñeira y sus fuerzas de represión.

El pueblo levantado en masas conoce la dura represión del ejército y los milicos, pues ha resistido a la dictadura de viejos asesinos, ha visto cómo las multinacionales se han beneficiado de la violencia del Estado y han respondido a los miles de asesinatos y desapariciones de generaciones enteras. Sin embrago, ni el Gobierno, ni el capital ni su brutal represión calla a un pueblo levantado en digna rebeldía. Desde hace varias décadas, esta rebeldía se ha ido tejiendo entre las personas más desfavorecidas, los pueblos originarios, mapuches y demás comunidades indígenas, las mujeres y hombres, para exigir unos salarios dignos que mantuvieran de forma proporcional y solidaria unos servicios públicos de calidad para toda la ciudadanía, el derecho a una vivienda digna y la recuperación de los territorios ancestrales, o la caída del sistema patriarcal y violento que se ensaña contra las que considera más débiles. Sin embargo, los malos gobiernos han pretendido normalizar el abismo entre las personas opresoras y las oprimidas, tratando de instaurar una lógica capitalista que había despojado de los derechos más básicos a la mayor parte de las personas, mientras solamente han mirado hacia sus arcas para seguir explotando a la clase trabajadora sin escrúpulos. Hoy, son estas comunidades estudiantiles, el movimiento de mujeres, los y las jóvenes, las portuarias, las asamblea ecologistas o las comunidades mapuches quienes han salido a la calle para gritar que ya basta!

El anuncio de la ley para subir el coste del transporte público ha sido la gota que ha colmado el vaso de las injustas desigualdades. Y la violenta respuesta represora del Gobierno de Piñeira ha puesto delante de los focos la única medida que contempla la avaricia capitalista: enviando a las más cruentas fuerzas de represión del Estado, recordándonos los viejos tiempos de la cruenta dictadura de Pinochet.

Frente a la barbarie del terrorismo de Estado, las personas en lucha no se han dejado seducir por el anuncio del presidente de paralizar la subida del precio del transporte público. Como sigue sucediendo en Hong Kong, en Haiti, en Honduras o en Puerto Rico, el pueblo ha comprendido de nuevo que es en las movilizaciones populares en la calle donde se ganan las batallas frente a los abusos de los que solamente desean acumular riqueza y poder.

Desde CGT nos sumamos al apoyo a las movilizaciones y resistencia, de base y combativa frente a los malos gobiernos y sus falsas promesas electoralistas populistas, porque formamos parte de un amplio Movimiento libertario que cree en las personas y su capacidad de auto-oganización frente a toda autoridad.


Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT

Solidaridad con la digna rabia y resistencia en Chile