Alrededor de una veintena de trabajadores y trabajadoras de la Gerencia de Informática de la Seguridad Social (GISS) van camino de los tres meses sin cobrar a pesar de cumplir con su jornada laboral diaria. Resulta especialmente indignante que esto ocurra en el Ministerio de “Empleo” y Seguridad Social, la institución que supuestamente debería velar por nuestros derechos como trabajadores y trabajadoras.
Hasta el momento ninguna de las partes implicadas, GISS, INSA (la adjudicataria del servicio) ni ALBA Technology (empresa subcontratada por INSA) han sido capaces de dar una respuesta digna a la situación que sufren estos trabajadores y trabajadoras. Las tres partes se han limitado a mirar hacia otro lado e intentar pasarle la pelota a otro.
Hasta el momento ninguna de las partes implicadas, GISS, INSA (la adjudicataria del servicio) ni ALBA Technology (empresa subcontratada por INSA) han sido capaces de dar una respuesta digna a la situación que sufren estos trabajadores y trabajadoras. Las tres partes se han limitado a mirar hacia otro lado e intentar pasarle la pelota a otro.
La historia es la siguiente: cada cuatro años salen a concurso una serie de Lotes para prestar servicio en la Administración, en este caso en la GISS. A este concurso se presentan varias empresas, y tras una serie de factores, se van adjudicando los lotes. En el último concurso (2010) INSA ganó uno de estos lotes, concretamente en el que están los y las trabajadoras afectadas, el Lote 1.
Normalmente cuando gana una empresa nueva suele seguir trabajando el personal que ya lo estaba haciendo, INSA se puso en contacto con los y las trabajadoras para informarse de sus condiciones laborales y hacerles una oferta para contratarlos y que así siguieran trabajando en la GISS tal como venían haciendo hasta entonces con la empresa ALBA Technology.
Al final, la negociación se llevó a cabo entre las dos empresas que llegaron a un acuerdo para que las y los trabajadores siguieran trabajando en la GISS pero sin incorporarse a INSA. Es decir, INSA y ALBA firmaron un acuerdo y los y las trabajadoras desempeñaron su trabajo en la Gerencia pero continuando en ALBA, que fue subcontratada por INSA. ALBA firmó con INSA un “Acuerdo marco para prestación de servicios estándar”.
A los dos años del concurso, la GISS. se reserva el derecho de renovar o no el contrato a la empresa adjudicataria por otros dos años. Estamos, pues, en 2012 y el contrato fue renovado hasta finales de octubre de 2014.
El caso, y aquí comienza todo, es que ALBA Technology convocó a una reunión a su personal en la GISS a primeros de marzo de 2014 para decirles que había sido embargada por Hacienda, con la que tiene una deuda de un millón y medio de euros, y que no puede pagar las nóminas. Muy amablemente, y haciéndoles un “favor”, ALBA les comunica que ha hablado con INSA y que para que puedan seguir cobrando sus nóminas, les ofrece firmar la baja voluntaria con ALBA y así negociar sus condiciones con una empresa que buscará INSA para que se haga cargo del personal subcontratado en la GISS.
Esa empresa en principio es PSS, quien les llama y les ofrece unas condiciones abusivas: no respeta nada, ni sueldo, ya que les ofrece menos cuantía, ni tipo de contrato, ya que son indefinidos y les ofrecen Obra y Servicio, ni antigüedad en el puesto de trabajo. De la veintena, la mayoría dice que no, y PSS se desvincula del tema. INSA busca una segunda empresa, General Software, quien les llama para ofrecerles lo mismo. Siguen diciendo que no, y éste es el punto en el que se encuentran ahora.
INSA en ningún momento se ofrece a contratarles directamente, a pesar de tener un contrato con ALBA y ser la responsable subsidiaria. La postura de INSA desde el principio ha sido presionar a los y las trabajadoras de ALBA para que firmen con PSS o General Software bajo la amenaza de ser sustituidos/as. De hecho, ya ha habido un pequeño grupo de personas (unos cinco trabajadores) que han cedido ante la presión y han firmado la baja voluntaria con ALBA Technology y un nuevo contrato con General Software, perdiendo así gran parte de sus condiciones, ya que pierden la antigüedad y su contrato pasa de indefinido a contrato por obra.
En ningún caso INSA se ha planteado la subrogación de estos trabajadores y trabajadoras e incorporarlos a su propia plantilla. La GISS tampoco ha ofrecido ninguna salida a la situación a pesar de formar parte del Ministerio de Empleo y Seguridad Social. Mientras, este grupo de trabajadores van a por su tercer mes sin cobrar.
Fuente: CGT-INSA