El origen del conflicto es el inaplicable cuadrante de rutas que tanto el ayuntamiento como la empresa habían establecido para domingos y festivos.
El origen del conflicto es el inaplicable cuadrante de rutas que tanto el ayuntamiento como la empresa habían establecido para domingos y festivos.
Dicho cuadrante establecía unos recorridos imposibles de cumplir, ya que obligaba a los conductores a realizar los recorridos en unos tiempos extremadamente largos y que les obligaba a conducir a unas velocidades excesivamente lentas. Todo esto originó una situación de estrés importante en los conductores y la primera medida que la adoptó la empresa para corregir el error fue la apertura de expedientes sancionadores a algunos conductores.
La segunda medida que tomó fue cambiar los horarios y los turnos a la plantilla sin consultar ni debatir con el Comité de Empresa, algo que es preceptivo, ya que supone una Modificación Sustancial de las Condiciones Laborales y este tipo de modificaciones requiere unas negociaciones previas tal y como viene recogido en el Estatuto de los Trabajadores. Negociaciones que la empresa y el ayuntamiento se han saltado.
Todos estos hechos son los que motivan tanto la interposición de un Conflicto Colectivo, como la convocatoria de Huelga Indefinida en domingos y festivos, que se viene desarrollando, nada menos que desde el 4 de octubre, con un seguimiento del 100% por parte de la plantilla.
Pues bien, teniendo en cuenta lo anterior, la empresa pretendía que la parte social retirara el conflicto colectivo y su único compromiso era trasladarle al Ayuntamiento unos nuevos horarios a la espera de ser aceptados por dicho Ayuntamiento, lo cual no implica ninguna garantía. Es decir, la parte social retira la demanda de conflicto colectivo sin que la empresa acepte formalmente y por escrito unos horarios consensuados con el Comité de Empresa.
Por si esto no fuera suficiente la propia empresa reconoce en la ORCL, y así aparece recogido en el acta, “que no está capacitada para modificar los horarios vigentes”, también reconoce “que habiendo llegado a un preacuerdo con el comité de empresa en la propuesta de horario se compromete a dar traslado al Ayuntamiento para que se apruebe”. De ambas afirmaciones se desprende que la parte empresarial no tiene capacidad de negociación en la reunión, teniendo que consultar cualquier cambio de horario al Ayuntamiento, que es en realidad quien decide. Después de varias horas de negociación en la reunión la empresa se descuelga con que no tiene capacidad y eso no es serio, es una falta de respeto al interlocutor.
Debemos mencionar que el día anterior la parte social habló telefónicamente con la jefa de servicio de la concejalía de Roque Ortiz, responsable de Fomento en el Ayuntamiento y por tanto del transporte urbano, con la intención de invitarles a participar en la reunión del día siguiente en la ORCL. La respuesta desde el primer momento fue negativa, tal y como se pudo comprobar al día siguiente.
Ante esta situación, sólo cabe una pregunta, ¿por qué no hay ningún representante del Ayuntamiento con capacidad de decidir en las reuniones de la ORCL?, ¿por qué, reunión tras reunión, se empeñan en que retiremos el conflicto colectivo y la huelga sin ningún compromiso real por su parte?