La CGT se autofinancia en la casi totalidad de su presupuesto, con las cuotas de su afiliación y el dinero que habitualmente tienen que poner sus delegados y delegadas de su propio bolsillo para ejercer su labor y expandir el sindicato o acudir a los conflictos y a los Comicios donde tomamos las decisiones. La aportación del estado por delegados y delegadas que recibe la CGT en base al numero de representantes elegidos, criterio objetivo en función de nuestra representación, por decisión de su afiliación, en acuerdo del XV Congreso Confederal celebrado en Valencia en 2005, se acordó destinarla a la Escuela Confederal de Formación en un 50% y a asesoría jurídica el otro 50%.
CGT no recibe ningún otro tipo de subvención Pública, como las que se dan para la Formación, gastos corrientes, o de otro orden, renunciamos a ellas a los efectos de garantizar nuestra autonomía e independencia.