La Confederación General del Trabajo lamenta el reciente cierre de los centros de la Organización Nacional de Ciegos Españoles en Mieres y Sama de Langreo (Asturias), Denia (Alicante), Puerto del Rosario (Las Palmas) y así, hasta más de cien centros de trabajo, colegios de la ONCE y miles de kioscos dedicados a la venta del Cupón eliminados en los últimos seis años.
CGT señala la perdida de rumbo de la actual Dirección de la ONCE, otrora ejemplo de solidaridad e integración. De esta forma, la que fuera una institución rentable para sí misma y para la sociedad, se ha convertido en un mero holding de juego que, con sus políticas, destruye puestos de trabajo, elimina servicios y precariza las condiciones laborales de su plantilla, integrada mayoritariamente por discapacitados.
CGT señala la perdida de rumbo de la actual Dirección de la ONCE, otrora ejemplo de solidaridad e integración. De esta forma, la que fuera una institución rentable para sí misma y para la sociedad, se ha convertido en un mero holding de juego que, con sus políticas, destruye puestos de trabajo, elimina servicios y precariza las condiciones laborales de su plantilla, integrada mayoritariamente por discapacitados.
En los últimos seis años la ONCE ha dilapidado gran parte de su patrimonio, producto de una pésima gestión llevada a cabo por un equipo falto de formación y de responsabilidad social.
Cabe destacar que, al tiempo que se aprueban en la ONCE externalizaciones, se cierran centros, eliminan servicio médico de empresa, cierran colegios para ciegos, congelan salarios, imponen una doble y hasta triple escala salarial, los directivos perciben cuantiosos sueldos que siguen sin hacer públicos y organizan eventos caracterizados por el despilfarro (fiestas millonarias, viajes a Roma para ver al Papa, coloquios en Nueva York, Bruselas…)
En este contexto, es imprescindible recordar que todas estas medidas se están aplicando con la colaboración de los sindicatos UGT y CCOO. Ambos han dado el visto bueno de los cierres de los centros de Mieres y Sama de Langreo, Denia y Puerto del Rosario. Además, como viene ocurriendo en muchas empresas, los “agentes sociales” se dedican a desactivar las más que justificadas quejas y reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras.
En el último año, decenas de personas empleadas y delegadas sindicales de la ONCE, en todo el estado español, se están afiliando a la CGT, encontrando así una alternativa al sindicalismo que acepta todo sin dificultad, por falta de convicciones.
Fuente: GABINETE DE PRENSA CONFEDERAL DE LA CGT
