Lo primero es expresar nuestra rabia, nuevamente, ante un hecho tan brutal como improcedente, inútil y, para nosotros, incomprensible. Lo segundo expresar la solidaridad hacia todos y todas las periodistas que ejercen su trabajo con honestidad y defendiendo la libertad de prensa y de expresión.
Combatimos los fanatismos religiosos, políticos e ideológicos.
En CGT respetamos la libertad de creencias y, por tanto, no podemos compartir con quien pretende eliminar la de los demás por medio del ejercicio de la fuerza. Los fundamentalismos han demostrado, a lo largo de la historia, su peligrosidad para la propia humanidad.
No aceptamos la estigmatización de colectivos y apostamos por la diversidad.
Combatimos los fanatismos religiosos, políticos e ideológicos.
En CGT respetamos la libertad de creencias y, por tanto, no podemos compartir con quien pretende eliminar la de los demás por medio del ejercicio de la fuerza. Los fundamentalismos han demostrado, a lo largo de la historia, su peligrosidad para la propia humanidad.
No aceptamos la estigmatización de colectivos y apostamos por la diversidad.
No podemos asimilar las acciones de personas envueltas en una bandera cualquiera como las acciones de todos quienes se sienten identificados con ella. Trabajamos para que las personas vivamos sin ser sumisos a una sola bandera concreta y preferimos el arco iris al paño monocolor. Debemos aprender a diferenciar conceptos como árabe, musulmán o islamista. Debemos aprender a aceptarnos todos y a no rechazar a nadie por formar parte de una etiqueta que colocamos para identificar.
No hay muertos de primera o de segunda.
Esta vez han asesinado a europeos en europa. Y el ruido ha sido ensordecedor. Los asesinados se merecen todo nuestro afecto, pero igual que se lo merecen los asesinados individual o colectivamente en tantas otras regiones del mundo por tantas otros diferentes individuos u organizaciones con banderas, credos, colores, ideas e intereses diferentes.
La historia de la humanidad, y la historia actual incluida, está plagada de inquisidores, de bandas mafiosas, de dictadores, de tiranos, de conquistadores,…
Las políticas securitarias son parte del proceso opresor.
La evolución histórica del armamento y de las medidas centrales de control sólo demuestra que cada vez el oponente se adapta y obliga a seguir en la progresión de la violencia. Por eficacia y por ideología consideramos que las inversiones multimillonarias en armas y sistemas de control deberían frenarse y reemplazarse por políticas de culturización, alimentación y redistribución de las riquezas y de bienes primeros.
Solidaridad permanente desde abajo
CGT no va a participar en el juego de las fuerzas reaccionarias que utilizan esta barbarie para construir una sociedad cada vez más represiva y creando la falsa idea de una unidad nacional que reúne explotadores y explotados/as bajo una misma bandera patria. Tampoco lucharemos por la libertad y la igualdad junto a quienes diariamente se acreditan como enemigos/as de las mismas.
Tenemos que gestionar nuestras vidas y autogestionar nuestros procesos colectivos para la construcción del mundo que queremos, sin opresores/as.
Fuente: Secretaría de Relaciones Internacionales de la CGT