Cuatro años de destrucción y de precarización integral de todo el empleo: esta ha sido la realidad de la legislatura del PP.
En diciembre del 2011, cuando el PP comenzó la legislatura, es decir hace cuatro años, prometieron que sus políticas económicas bajarían el paro a la mitad en los cuatro años. La realidad a diciembre 2015 es que existen 58.800 ocupados menos en estos cuatro años.
La realidad del mercado laboral es muy dura para millones de personas. Se encuentra muy lejos del triunfalismo de un gobierno en funciones, cuyo único logro es ser miembros de un partido campeón de la corrupción y la impunidad.
En diciembre del 2011, cuando el PP comenzó la legislatura, es decir hace cuatro años, prometieron que sus políticas económicas bajarían el paro a la mitad en los cuatro años. La realidad a diciembre 2015 es que existen 58.800 ocupados menos en estos cuatro años.
La realidad del mercado laboral es muy dura para millones de personas. Se encuentra muy lejos del triunfalismo de un gobierno en funciones, cuyo único logro es ser miembros de un partido campeón de la corrupción y la impunidad.
Si bien en cuatro años el paro desciende en 507.000 personas y su tasa se sitúa en el 20,9% de la Población Activa, es decir casi 4,8 millones de personas, esto es debido a que en ese período la Población Activa (compuesta por ocupados y parados) ha bajado en 566.000 personas porque se han ido a la emigración o simplemente se han borrado. Si el paro solo ha descendido en 507.000 personas, quiere decirse que se han perdido 58.800 empleos netos.
Las políticas de activación de las personas desempleadas, se constituyeron sobre la Reforma Laboral de febrero del 2012, para activar el crecimiento económico. Este crecimiento se basa en variables simples y de indigna explotación: el abaratamiento de los salarios (se han devaluado un 12% desde el 2008); la intensificación del trabajo (horas de trabajo pagadas y mayor explotación); el empobrecimiento generalizado de la población y el incremento de la desigualdad.
En el 2012 con la entrada en vigor de la Reforma Laboral se destruyeron 813.000 empleos. En el 2013 la destrucción ascendió a 204.200 empleos. Total destruido = 1.017.800 empleos.
En el 2014 y 2015 se crearon 959.000 empleos en total, y éstos de una calidad ínfima, precarios y sin derechos. El resultado es 58.800 empleos netos menos.
El tipo de empleo creado es precario y fundamentalmente temporal: el 92% de todos los contratos realizados son temporales, situándose la tasa de temporalidad en el 25,66%. Y el paro más cruel, doloroso y sin expectativas de futuro alguno, es decir el paro de larga duración y el juvenil, no sólo no mejora respecto a diciembre 2011, sino que ha empeorado.
En el 2011 había 1.431.000 personas paradas más de 2 años, pues bien en el 2015 éstas ascienden a 2.100.000 personas. Al igual que los parados y paradas de más de 1 año, si en el 2011 ascendían a 761.400 personas en el 2015 éstas eran ya de 1.212.000 personas. Y la tasa de desempleo juvenil se sitúa en el 46,24% y si nos fijamos en el tramo de edad de 16 a 19 años, esta asciende al 66,6%.
¿Cómo se puede seguir llamando a “esto” democracia, cuando nos encontramos en la más pura “dictadura del mercado” y encima se felicitan por los resultados?
CGT insistimos, no puede haber soluciones para la mayoría de la población, si no nos movilizamos y si no ocupamos las calles nuevamente.
Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT