En lo que va de año, más de 86 mujeres han sido asesinadas a manos de sus parejas o exparejas en el Estado español. Por si ayuda a visualizar este feminicidio que sufrimos, de media, más de dos mujeres son asesinadas todas las semanas a manos de los hijos sanos de patriarcado.

En ocasiones hay que sumar a estos asesinatos el de las hijas e hijos de la mujer o sus familiares más cercanos. En este 25 de noviembre, día Internacional contra la Violencia Machista, queremos comenzar recordando a nuestras hermanas asesinadas, devolviéndolas al presente del que nunca debieron ser arrebatadas. Porque para nosotras son mucho más que una lamentable estadística que termina al finalizar el año. Ellas son la cúspide más visible de un sistema social, político y económico que nos mal-trata, nos viola y asesina.

En ocasiones hay que sumar a estos asesinatos el de las hijas e hijos de la mujer o sus familiares más cercanos. En este 25 de noviembre, día Internacional contra la Violencia Machista, queremos comenzar recordando a nuestras hermanas asesinadas, devolviéndolas al presente del que nunca debieron ser arrebatadas. Porque para nosotras son mucho más que una lamentable estadística que termina al finalizar el año. Ellas son la cúspide más visible de un sistema social, político y económico que nos mal-trata, nos viola y asesina. Este sistema patriarcal aliado del capital sigue sin respetar ni nuestra libertad, ni nuestras vidas.

En nuestro día a día, señalamos cada una de las violencias contra las mujeres a nivel personal, institucional y laboral, y no renunciamos a erradicarla en todos los órdenes de la vida. Porque violencia machista es:

  • Cuando desde pequeñas se nos educa en la sumisión e invisibilización de toda la población que no sea el varón, blanco, burgués, heterosexual, sin dependencias ni responsabilidades de las personas dependientes a su cargo, se nos mal-trata y en muchas ocasiones se nos agrede.
  • Cuando en el mercado laboral se nos exige más formación que a un hombre para acceder a un mismo puesto de trabajo y a cambio obtenemos menos remuneración que nuestros compañeros, se nos agrede social, laboral y económicamente.
  • Cuando una mujer en situación de violencia de género recién agredida a la espera de la convocatoria del juicio rápido, es obligada a relatar infinitas veces a la policía, jueces, empleadores, médicxs cómo ha sido insultada, agredida y desamparada, se nos traumatiza exponencialmente.

Exigimos a las empresas que dispongan de protocolos reales y efectivos que protejan desde el primer minuto a las mujeres en situaciones de violencia machista sin necesidad de denunciar, de tener una orden de alejamiento o una baja médica.

Exigimos a los medios de comunicación que dejen de cosificarnos, mostrándonos como objetos de consumo, o cuando nos asesinan, que dejen de decir que nos morimos. Señalen y responsabilicen a los agresores, no a las asesinadas.

A la Administración Pública le exigimos que al menos cumpla con lo que legisla. Vuestras leyes no nos protegen, pero si ni siquiera las dotáis presupuestariamente, abrís con vuestra hipocresía las fosas en las que nos van a enterrar y armáis las manos que nos agreden. No queremos presupuestos para contratar a más fuerzas de represión del estado, creemos en la educación en valores libertarios, no sexistas.

Y por último, queremos señalar a esta In-Justicia retrógrada que sigue cuestionando a las mujeres agredidas y asesinadas, a las menores violadas por pederastas, minimizando la gravedad de la violencia machista. No queremos más “Manadas” entre la Magistratura.

Porque Libres nacimos, Libres seremos

Frente a la violencia machista, autodefensa feminista


Fuente: Secretariado Permanente de Comité Confederal de la CGT

Nunca más silenciadas