El BBVA lleva ya bastante tiempo externalizando sus servicios, apuntaron los sindicalistas. Pero desde el año 2006 se empieza a hacer lo mismo con servicios ya puramente bancarios, en el afán de reducir al mínimo los costes a costa de la plantilla. Ésta ha disminuido sólamente en lo que va de año en 1.200 puestos de trabajo (más de un 4 % del total en el primer semestre, lo que hace prever que, de seguir al mismo ritmo, a finales de año habrá disminuido un 8 %). Desde CGT pensamos que esto no puede seguir así. Los trabajadores no pueden seguir siendo los que sufran los efectos de la codicia empresarial, que además constituye un ejemplo de mala gestión, pues los clientes también resultan perjudicados, al recibir un peor servicio fruto de la escasez de personal.
Asimismo, los compañeros denunciaron también la política de incentivos de la empresa, que han calificado de “perversa”, pues genera estructuras insanas para sostener esta forma de actuar, con un aumento considerable de directivos, y da lugar a una competencia feroz para conseguir dichos incentivos. Desde CGT se considera que todo este dinero estaría mucho mejor utilizado si se destinara a la creación de empleo. “El convenio se convierte en una anécdota cuando el 40 % de tu masa salarial está en el aire”, apuntaron.
Los sindicalistas recordaron, además, que en este asunto la Administración también tiene su parte de culpa por consentirlo, e incluso, como en el caso de OP Plus por parte de la Junta de Andalucía, subvencionarlo. Respecto a la respuesta de CGT ante estas agresiones a los trabajadores, los compañeros expusieron cómo hace ya algunos meses, desde los distintos sindicatos representados en el comité, se inició una campaña de movilizaciones, que se interrumpieron en junio ante la aparente voluntad negociadora de la empresa. Ahora, en vista de que esta supuesta voluntad no ha tenido fruto, CGT ha decidido retomar dicha campaña.
Por su parte, Desiderio Martín, del Gabinete de Estudios Confederales de CGT, insistió en que este fenómeno, que no constituye una excepción, responde a lo que la Confederación venía denunciando desde hace tiempo. Las bases para esta situación se establecieron en el periodo de crecimiento económico y responden a las características del modelo imperante : capitalismo descontrolado, con progresiva desregularización del mercado laboral, apoyado en tres patas : liberalización de los servicios públicos, desmantelamiento de los convenios colectivos y pérdida de contrapoder sindical de los trabajadores consentida por los sindicatos mayoritarios. Ahora que llega la crisis (que es un mero reajuste del sistema), las salidas que plantean los poderes establecidos son las mismas que han venido aplicando hasta ahora, pero esto es inviable. Su pretensión es que la crisis la paguen los trabajadores, y o rompemos esto o cavamos nuestra propia tumba. La solución no puede venir desde el principio de legalidad, pues ésta está vacía de contenido (legalmente el capital puede hacer lo que quiera), sino desde el conflicto social. En este sentido, desde CGT apostamos por la movilización, estableciendo alianzas con trabajadores y movimientos sociales, y dando la respuesta en la calle, preparando el clima para una huelga general.
En este marco de actuación, desde la Confederación General del Trabajo hemos convocado una gran concentración en Madrid para el próximo 3 de diciembre, en las puertas del Ministerio de Trabajo, de 12:00 a 14:00, a la que os invitamos a todos y a todas, para gritar juntos por los derechos laborales y sociales que nos quieren quitar y para decirle al Ministro que son los ricos quienes tienen que pagar su crisis.
Fuente: Gabinete de Prensa Confederal CGT. Fotos : José Alfonso.