Os comunicamos el fallecimiento de Bernardo Rodríguez Álvarez del Sindicato de Administración Publica de Barcelona y de la Sección Sindical del INSS, tras una larga enfermedad en la madrugada del 14 de octubre, y al que hoy lunes 15 hemos despedido.

Escribió Plutarco que los atenienses conservaron la barca en que llegó Teseo, el fundador de aquella ciudad. Los hombres de Atenas, en recuerdo del héroe, la mantenían; retiraban los tablones estropeados y los reemplazaban por unos nuevos más resistentes; así, que, tras muchos años, algunos llegaron a poner en duda si aquél que veían era el mismo navío de Teseo. Han pasado años, sí, desde la fundación en Barcelona de la primera asociación obrera y de apoyo mutuo en el estado español, la «Sociedad de Tejedores del algodón», en el lejano 1839.

Escribió Plutarco que los atenienses conservaron la barca en que llegó Teseo, el fundador de aquella ciudad. Los hombres de Atenas, en recuerdo del héroe, la mantenían; retiraban los tablones estropeados y los reemplazaban por unos nuevos más resistentes; así, que, tras muchos años, algunos llegaron a poner en duda si aquél que veían era el mismo navío de Teseo. Han pasado años, sí, desde la fundación en Barcelona de la primera asociación obrera y de apoyo mutuo en el estado español, la «Sociedad de Tejedores del algodón», en el lejano 1839. Pero la barca que entonces se fletaba sigue navegando, tantas veces renovada, teñidas desde hace mucho tiempo las velas de rojo y negro, siempre con la misma misión de buscar la libertad de todos, porque sólo seremos libres nosotros cuando todos los hombres lo sean.

Nos recordaba Brecht que «Hay hombres que luchan un día y son buenos, otros luchan un año y son mejores, hay quienes luchan muchos años y son muy buenos, pero están los que luchan toda la vida, y esos son los imprescindibles». Bernardo era uno de estos últimos, de los imprescindibles. Lo fue en su centro de trabajo, en el sindicato, en su amada revista Polémica, en la ONG MON3, en donde, los que estamos aquí lo sabemos todos, siempre estaba ahí, en donde fuera preciso, incluso en la coordinación. Y lo hizo de manera sencilla y sin ruido, como uno más de los que arrastraron los grandes bloques de piedras de la Tebas del poema de Brecht, mientras los frontispicios de sus famosas puertas solo hablaban de los reyes que nada hicieron en ellas.

No, hoy no es nuestra despedida, sólo nuestro recuerdo. Estará siempre con nosotros, compañero Bernardo, amigo.

CGT del INSS, Sindicato de Administración Pública de Barcelona y F. L. de Barcelona



Fuente: CGT-Barcelona

Fallecimiento de Bernardo Rodríguez Álvarez