Cómo aprovechar la crisis, la desorganización de los trabajadores, la ingeniería financiera y fiscal y la reforma laboral para destruir empleo y degradar condiciones laborales saliendo de rositas

Copysevilla, una empresa sevillana del sector de las artes gráficas, está dando el peor ejemplo posible de cómo aprovechar la actual situación de crisis para convertir una empresa rentable con una plantilla equilibrada, estable y profesional en un caos organizativo y financiero, un escenario de recortes, despidos y precarización, con el único objetivo patronal de eludir responsabilidades patrimoniales y legales para mantener sus privilegios, cerrar una empresa y reabrir con otro nombre con menos plantilla y menos derechos.

Copysevilla, una empresa sevillana del sector de las artes gráficas, está dando el peor ejemplo posible de cómo aprovechar la actual situación de crisis para convertir una empresa rentable con una plantilla equilibrada, estable y profesional en un caos organizativo y financiero, un escenario de recortes, despidos y precarización, con el único objetivo patronal de eludir responsabilidades patrimoniales y legales para mantener sus privilegios, cerrar una empresa y reabrir con otro nombre con menos plantilla y menos derechos.


Ante un primer descenso del volumen de negocio, en 2009, en una empresa con cerca de 34 trabajadores de copistería, preimpresión e impresión y cuatro centros de trabajo, el empresario comienza ejecutando despidos improcedentes del departamento comercial (lo que incide en un agravamiento posterior del descenso del volumen de negocio) y de los trabajadores que no aceptan reconocer las cuentas que el empresario presenta a la firma de los trabajadores.
Esto genera una dinámica de miedo que permite un primer reconocimiento por parte de los trabajadores de la situación de la empresa, quienes honestamente creyeron que el ERE que el empresario presenta en diciembre de 2010 permitirá salvar la empresa y el máximo posible de puestos de trabajo. Ese ERE implica despidos con promesa de recolocación, indemnizaciones aplazadas o diferidas (como las del PP con Bárcenas), cierre de centros de trabajo y recortes salariales. Los trabajadores creyeron en las promesas de la empresa, mientras que el empresario, José María Gómez Ruiz, estaba presuntamente preparando, mediante alzamiento de bienes e impagos de nóminas y a proveedores, el futuro cierre de la empresa, tratando de evitar responsabilidades, e iniciando la creación de una nueva empresa en la que recolocar los restos de la plantilla en condiciones degradadas de trabajo.
Tras la finalización del ERE en diciembre de 2012 el panorama es desolador: la empresa está peor que antes, han continuado los despidos, los impagos de nóminas se enquistan y el empresario exige individualmente la aceptación de nuevas condiciones de trabajo aún más exigentes con reducciones de horario de trabajo y salariales que prácticamente condenan a la precariedad a quienes mantengan el puesto de trabajo. Para los que vayan a ser despedidos en el futuro, impago completo de nóminas pendientes y de indemnizaciones, con envío inmediato a Fogasa de las responsabilidades económicas del empresario, lo que deja a los despedidos con importantes descubiertos económicos e incapacidad inmediata para responder a sus compromisos (hipotecas, alquileres, préstamos o suministros de luz y agua) y una más que posible caída brusca en la precariedad más absoluta e incluso la exclusión social.
La maniobra se ve venir y los trabajadores despiertan. En asamblea deciden, dado que el cierre es inminente, organizarse e incluso convocar huelga para intentar mediante la negociación un cierre digno o una cesión para autogestión. El 90% de la plantilla se afilia a CGT, montan una sección sindical y aprueban la convocatoria de huelga si el empresario no negocia una salida digna al conflicto. Cuando se le presenta la constitución de la sección, el sr. Ruiz ejecuta inmediatamente el despido de los dos delegados de CGT, en una maniobra represiva fulminante que genera aún más miedo, malestar e indignación. En el mismo acto del despido, coincidente con el de comunicación de la sección sindical, el empresario asegura que no va a pagar ni un euro de indemnizaciones ni nóminas atrasadas, que le da igual todo, que lo tiene todo atado y bien atado, y que los cabecillas, a la puta calle y con el culo al aire.
La CGT no va a permitir de ninguna manera semejante cantidad de atropellos, salvajadas, cacicadas y abusos patronales. Vamos a denunciar el uso legal y el abuso fraudulento de la legislación laboral por parte de este señor, vamos a apoyar a los trabajadores de Copysevilla en todas sus iniciativas y vamos a gritar alto y claro que la empresa sería rentable si al frente no hubiera un personaje de la calaña de este empresaurio, sino la actual plantilla de profesionales entregados, sin tener que mantener a este parásito que solo busca su provecho personal a costa del futuro de un puñado de trabajadores que lo único que quieren es trabajar honradamente para mantener a sus familias.

¡Stop represión sindical en Copysevilla!
¡Readmisión inmediata de Javi y Fernando!
¡Si tocan a uno nos tocan a todos!


Fuente: Comunicación FL CGT Sevilla

Copysevilla: ERE, despidos, chanchullos empresariales y represión sindical