Un 19 de julio, pero de 2011, daba comienzo la Revolución de Rojava, cuando tres áreas del norte de Siria –habitadas por población kurda- declararon su autonomía del gobierno central.

El origen fue la ciudad de Kobane. El pueblo literalmente expulsó a las autoridades de todos los órganos e instituciones que hasta el momento controlaban el poder a través del partido Baaz.

Este hito histórico, que ha servido de inspiración y ha dado esperanza a muchos pueblos, es la lucha en defensa de la libertad y la igualdad de los seres humanos, por la construcción de una sociedad democrática, ecológica y feminista. Por esto también se le denominó la “Revolución de las Mujeres”, porque fueron ellas las primeras en dar el paso, tomando la iniciativa y participando activamente por los derechos y libertades del pueblo kurdo.

La lucha de Rojava es la lucha de todas contra el autoritarismo, la opresión, el silencio y el miedo; un gran ejemplo de organización del pueblo y de resistencia ante los ataques de todo tipo del Estado turco. Y decimos que es la “lucha de todas” porque en la base de este movimiento revolucionario no es tan importante el derrocamiento de un régimen autoritario existente como lo es el cambio de mentalidad. Es decir, se trata de organizarse de una manera más justa como seres humanos, construir espacios o comunidades donde nadie tenga que sufrir la opresión ni la desigualdad.

Esta lucha se mantiene hoy viva, y Rojava continúa resistiendo a pesar de todas las dificultades, del silencio de la Comunidad Internacional y de los grandes medios de comunicación.

Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) continuamos mostrando nuestro apoyo y solidaridad con el pueblo kurdo en lucha.

¡Viva la lucha de todos los pueblos libres del mundo!

 

Secretaría de Relaciones Internacionales de CGT

¡Bijî Şoreşa Rojava!