CGT cree que la precariedad laboral, la desigualdad y la pobreza son una consecuencia del modelo  diseñado e impuesto por la clase política, la banca y la aristocracia.

La Confederación General del Trabajo (CGT) considera que a pesar de las últimas cifras sobre el paro de junio de 2017, que señalan un leve aumento del empleo gracias al turismo, el crecimiento de la macroeconomía y la bajada de los precios de la energía, los puestos de trabajo que se están creando actualmente siguen siendo temporales y precarios.

La Confederación General del Trabajo (CGT) considera que a pesar de las últimas cifras sobre el paro de junio de 2017, que señalan un leve aumento del empleo gracias al turismo, el crecimiento de la macroeconomía y la bajada de los precios de la energía, los puestos de trabajo que se están creando actualmente siguen siendo temporales y precarios.

CGT no puede celebrar que el paro haya descendido en casi 99.000 personas cuando se conoce que para generar un puesto de trabajo se necesitan cuatro contratos. Además, a ello hay que sumarle la desposesión de prestaciones públicas gracias a las políticas neoliberales puestas en marcha por los gobernantes de turno.

CGT explica que el concepto de trabajo se ha transformado, interesando solo la productividad y la competitividad y dando lugar a la desaparición de los Derechos Humanos más elementales.

CGT considera que la sociedad no puede aceptar la precarización de las condiciones de vida y trabajo, y recuerda que la única vía posible y digna para escapar de la “crisis-estafa” es terminar con el modelo capitalista a través de la movilización de las clases asalariadas.


Fuente: Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT

CGT culpa de la precariedad, la desigualdad y la pobreza a la nueva gramática social del empresariado y la clase política