La Confederación General del Trabajo del País Valenciano señala la actuación del Gobierno valenciano como propia del fascismo caracterizada por despreciar radicalmente cualquier límite marcado por la razón y el bien común
En un acto tan ilegal como lo fue el ERE anulado por el TSJCV, el Partido Popular, ayudado por los cuerpos de seguridad del Estado, ha silenciado la radio y televisión públicas valencianas hoy 29 de noviembre, a las 12h19.
En un acto tan ilegal como lo fue el ERE anulado por el TSJCV, el Partido Popular, ayudado por los cuerpos de seguridad del Estado, ha silenciado la radio y televisión públicas valencianas hoy 29 de noviembre, a las 12h19. Un hito en la historia del País Valenciano que, seguro, marcará un antes y un después, así como una imprescindible toma de conciencia colectiva. Para CGT, las caretas del Partido Popular y del neoliberalismo han caído definitivamente. Este es momento de empezar a andar a sabiendas de hacia dónde ir. Se hace más que evidente que bajo el capitalismo no hay futuro.
La CGT-PV condena enérgicamente el cierre de RTVV. Con esta medida profundamente antidemocrática, no solamente pierden su puesto de trabajo 1.600 personas, sino que el Consell agrava todavía más el problema de desocupación que sufre el País Valenciano (28,3% de tasa de paro según el EPA). Y es que, aunque la consecuencia más directa es dejar sin medio de vida a los empleados de RTVV, no hay que olvidar que el cierre de la televisión y la radio supone acabar con el sector audiovisual de esta Comunidad Autónoma. Un suma y sigue al acuciante problema de destrucción del tejido industrial valenciano (textil, calzado, fotovoltaico, siderometalúrgico…). Sin embargo, la consecuencia más indignante si cabe es el robo, expolio y usurpación del patrimonio público a manos de un gobierno lastrado por la corrupción, empecinado a seguir privatizando a pesar de las desastrosas consecuencias para la mayoría. En este sentido, con el cierre de RTVV quedan sin uso material, tecnología y patrimonio por valor incalculable que son propiedad de todos los valencianos. A partir de ahora, la exclusividad de la información la tienen en el País Valenciano, grupos privados de comunicación y sólo RTVE sigue emitiendo como medio público. El cierre de RTVV, puesta en marcha en 1989 en cumplimiento del Estatuto de Autonomía, significa así mismo desnudar a cinco millones de valencianos y valencianas de una herramienta pública que tiene la capacidad, y este es el peligro para los autoritarios, de documentar la historia, las raíces, de normalizar la lengua valenciana, de vertebrar el territorio, de informar sobre los problemas y la realidad del País Valenciano. No deja de ser pura perversión que, los mismos que han vaciado de contenido RTVV, quienes la han manipulado, saqueado y endeudado se erijan ahora en solucionadores del problema y en salvadores del sector público. La mentira que repiten sin cesar es tan grotesca cómo insultante. Este grave ataque a los derechos fundamentales de todos los habitantes del País Valenciano únicamente puede responderse de manera contundente, con ideas claras, con movilizaciones en la calle, exigiendo dimisiones, que se depuren todas las responsabilidades, luchando por que los culpables paguen por sus actos. Tal como avanzaba hace casi dos años la Sección sindical de CGT en RTVV en un comunicado que denunciaba la purga política que había detrás del ERE, el deseo y la convicción de la Confederación es que “No habrá paz para los malvados”.
Confederación General del Trabajo del País Valenciano
Fuente: CGT-PV