Para la CGT la presencia en las calles era ya necesaria antes de la pandemia del Covid-19 por la situación de injusticia social que estábamos padeciendo la sociedad en general y la clase trabajadora en particular. Ahora, después de esta situación, es más necesario que nunca que suene nuestra voz en las plazas y calles de nuestras ciudades y pueblos.
Ahora más que nunca es necesario defender unos servicios públicos de calidad y universales que garanticen nuestra salud, nuestra educación y una forma de transporte sostenible. Es imprescindible que las residencias de personas ancianas o dependientes vuelvan a ser públicas. No podemos volver a dejar a la intemperie del capitalismo a nuestros mayores y a las personas más vulnerables.
Hay que garantizar el empleo. De quienes ahora lo tienen y de quienes lo perdieron con esta crisis o no lo tenían anteriormente. Un empleo donde no quepa la precariedad que impide a las personas vivir de su trabajo. Exijamos la desaparición de las horas extras y la reducción de la jornada laboral manteniendo el poder adquisitivo, para así poder trabajar todas.
El Gobierno debe tomar las medidas necesarias y de forma urgente para que ninguna persona afectada por un ERTE esté a día de hoy sin cobrar la prestación que le corresponde.
Los empresarios están obligados a dotar a sus trabajadores y trabajadoras de los EPIS necesarios que garanticen su salud tanto en el trabajo como en los desplazaminetos.
No se puede permitir ni un despido más desde este momento. No podemos dejar que de nuevo las clases más bajas paguen esta crisis, y no puede repetirse lo ocurrido en 2008 donde nosotras acabamos más pobres y los capitalistas más ricos.
Una sociedad que se dice avanzada no puede permitir más colas del hambre como las que se están viendo estos días. Es para ello imprescindible una Renta Básica de las Iguales que garantice una vida digna para todas, sin condiciones.
Por todo esto CGT estará el próximo día 30 de junio en las calles, lo hará con responsabilidad, atendiendo a todas las medidas de seguridad para la salud que sean necesarias, pero ya no podemos esperar más tiempo para gritar alto y claro