En términos generales, el país ha adoptado medidas cada vez más severas y con bastante rapidez en la lucha contra la pandemia (los colegios se cerraron después de dos semanas), y el número de personas contagiadas es bastante bajo. Muchas personas trabajan desde sus domicilios y algunas de las grandes fábricas, como las de Volkswagen, Kia, etc., han cerrado esta semana por un periodo de catorce días. Sin embargo, el centro logístico de procesamiento de devoluciones de Amazon, localizado en Sered’, se mantiene abierto.
Además, justo antes de la epidemia, nuestro sindicato se reunión con la dirección con el fin de discutir sobre el nuevo convenio colectivo. Era la última de una serie de reuniones. Al final, no se firmó ningún acuerdo. La empresa rechazo todas las reivindicaciones del proyecto de convenio relativas al salario y a los beneficios y a las vacaciones pagadas más allá del Código del Trabajo, así como las demandas en materia de salud, etc.
Hace algunos días, el sindicato se reunión con la dirección en relación con la pandemia y demandó la supresión de las horas extras obligatorias, así como el envío de correos electrónicos (anuncios) para todo este periodo. La empresa aceptó de alguna manera estas reivindicaciones, pero de esto no se dejó constancia por escrito. El sindicato pidió, igualmente, que se proveyera de máscaras a toda la plantilla. Esto no ha ocurrido, aunque la empresa ha realizado el pedido (las personas que llevan su propia máscara las han comprado o fabricado por su cuenta con sus propios materiales). Otra reivindicación era que se tomara la temperatura corporal a los trabajadores y las trabajadoras a la entrada del centro, pero fue categóricamente rechazada.
En respuesta a la pandemia, la empresa ha modificado la posición de los asientos en los autobuses pagados por la empresa para el personal que se desplaza. La gente debe guardar una cierta distancia entre sí y con el conductor. A partir del lunes que viene, todo el pasaje del bus deberá igualmente cubrirse la cara. El centro está en un proceso de contratación, pero la distribución de horas todavía no se ha modificado.
Dos de los directores han estado recientemente en Indonesia y en España. Hay una cuarentena de 14 días obligatoria para las personas que vuelven del extranjero (que deben quedarse en sus domicilios y perciben las indemnizaciones de una baja por enfermedad). En relación con estos dos casos, estas medidas no han sido respetadas. Tampoco llevan ninguna protección. El sindicato del almacén llamó a la policía y ahora se prevén multas para este tipo de comportamientos.
http://www.laboursolidarity.org/ESLOVAQUIA-Testimonio-de-Moderne?lang=es