Sector Aéreo Internacional: a partir de la crisis refunda un Transporte Aéreo Público, sostenible y al servicio de lo colectivo

El 21 de abril nos hemos reunido los trabajadores vía online, activistas y delegados sindicales de diversas organizaciones sindicales de varios países y ciudades(Francia, Italia, Portugal, España) para analizar juntos la actuación general de varios estados desde el punto de vista económico y sanitario, pero también para discutir la situación específica del sector aéreo – aeroportuario respecto al cuidado de la salud como también la ocupación y el salario de los trabajadores, a fin de compartir juntos una vía de salida que sitúe en el centro el respecto al trabajo y las exigencias reales de la sociedad.

Estado de emergencia para los trabajadores, oportunidad para la represión de gobiernos y patrones

En los diferentes países cada gobierno ha llevado a la práctica el «estado de emergencia», modalidad que ha permitido centralizar al máximo el poder de decisión pero que, al fin y al cabo, se ha usado para atacar a los trabajadores y a las propias organizaciones democráticas de lucha. En nuestros estados se ha promulgado la cuarentena obligatoria (estar en casa) pero al mismo tiempo muchos trabajadores de los servicios esenciales, y también muchos trabajadores de fábricas han sido obligados a ir a trabajar, a menudo sin los debidos dispositivos de protección individual, esto para responder a la petición de los grandes empresarios que no quieren renunciar en absoluto a su propio lucro. En este contexto se ha prohibido toda forma de manifestación, pero todavía peor en los diferentes estados se ha suspendido el derecho de huelga en algunos sectores, en Portugal la medida se determinó para que se pudiera aplicar a todas las categorías de trabajo. Lo que encontramos por tanto es que en las situaciones en las cuales la cuarentena es obligatoria para la población no lo es para el lucro de los patrones que, con la ayuda del gobierno y los sindicatos mayoritarios, continúan acumulando capital poniendo en riesgo la salud de los trabajadores y sus familias, sin darles la posibilidad de hacer huelga. Se han evidenciado también diversas señales de necesidad y crisis social que podría explotar en las próximas semanas: estamos hablando de trabajadores suspendidos o despedidos de su trabajo, trabajadores precarios, trabajadores autónomos que son obligados a estar en casa en condiciones económicas muy inestables.

Miles de millones para los patrones, miseria para trabajadoras y trabajadores

En la discusión ha aparecido enseguida evidentemente como los diferentes gobiernos que han intervenido inmediatamente en esta crisis se han preocupado, antes de nada, de asegurar los grandes capitales acumulados en la sociedad y en las compañías del sector. Un ejemplo evidente es sin duda el uso de varios instrumentos utilizados por los gobiernos para exonerar a los patronos del pago de los salarios en los cuales, en los diferentes países, cambian el nombre, pero no la sustancia: en Francia chômage partiel, en Italia cassa integrazione, en Portugal Lay-Off, en España Erte. Estos instrumentos son siempre utilizados para financiar a las empresas en dificultades, quitándolas la carga de las cotizaciones sociales y de los sueldos de los trabajadores, haciendo pagar la «cuenta» a los contribuyentes, poniendo a los trabajadores implicados en una situación de dificultad laboral (despidos) y salariales (un porcentaje de reducción salarial), todavía más marcado en esta situación de emergencia COVID-19. Entre los trabajadores los que pagan el precio más alto son sin duda los precarios que, ya durante años, crean riqueza sin ninguna garantía sobre su futuro laboral y hoy, en plena emergencia, han sido abandonados a su suerte sin ningún apoyo en sus rentas de parte de los diferentes gobiernos. Se ha evidenciado también el «robo», de parte de las empresas, de las vacaciones de los trabajadores, obligados a utilizarlas en esta fase inoperativa: más allá de ser un patrimonio económico, las vacaciones de los trabajadores son el instrumento para conciliar el trabajo con la vida privada, aún más importante para las trabajadoras que son madres. Por último se ha considerado preocupante la utilización de algunas modalidades de trabajo, claramente necesarias en esta fase de contención de la pandemia, como por ejemplo el teletrabajo y la robotización de algunos procesos concernientes a las fases del embarque(facturación, entrega de equipajes, control de seguridad, etc.) que, recurriendo a la excusa de la crisis económica, podrían mantenerse e incentivarse incluso después de la crisis sanitaria, poniendo en riesgo otros puestos de trabajo.

Superamos la crisis cambiando el sistema

Sin ninguna duda, en la discusión ha surgido que el objetivo no es volver a la normalidad, esto querría decir volver a una situación de precariedad, explotación y opresión generados en decenios de liberalización del mercado, privatización y terciarización de la actividad. Todo esto no se puede permitir más, son años en que los trabajadores y las trabajadoras del sector aéreo – aeroportuario sufrieron subidas salariales por debajo de la inflación, contratos de trabajo cada vez más inestables, flexibilidad horaria extrema, derribándose controles de salud y seguridad. Todo esto ha emergido más, con toda su brutalidad, en este momento de crisis del COVID-19. La única salida asumible de la crisis que ha golpeado duramente el transporte aéreo, debe poner en el centro de su proyecto la revisión total de su sistema, basado en una «sobreproducción de los cielos» donde el beneficio lo decide todo sin considerar las exigencias reales de los trabajadores, de la sociedad y del medio ambiente. Es necesario luchar por imponer una vuelta a la gestión pública de los aeropuertos, con una única sociedad de servicios aeroportuarios, con tasas aeroportuarias que se reinviertan en el sector, con las compañías aéreas de bandera nacionalizada, con gestión interna de todas las actividades de tierra y vuelo. Es necesario volver a un transporte aéreo público que se ponga al servicio de lo colectivo sin ánimo de lucro, con el objetivo de garantizar todos los puestos de trabajo disminuyendo también el horario de trabajo a igual salario pero sobre todo que remodele la «sobreproducción de los cielos», garantizando al mismo tiempo, precios de billetes razonables para todos los pasajeros, en una óptica de respeto del medio ambiente y del clima, donde el transporte aéreo continúa siendo responsable de la contaminación terrestre.

Terminamos el documento expresando toda nuestra gratitud, apoyo y solidaridad a las trabajadoras y trabajadores de la sanidad que, abandonados por las instituciones, están siendo obligados a trabajar en condiciones inhumanas, durante estos días de emergencia sanitaria, privados a menudo de los dispositivos idóneos de seguridad, causa de la muerte de centenares de trabajadoras y trabajadores en todo el mundo. ¡Les decimos que volveremos cuanto antes a luchar juntos exigiendo justicia!

Sector Aéreo Internacional: a partir de la crisis refundar un Transporte Aéreo Público, sostenible y al servicio de lo colectivo