CGT manifiesta su más enérgica repulsa a la agresión del Gobierno ruso contra la población de Ucrania, denuncia la maquinaria de guerra que está en marcha a nivel internacional y expresa su solidaridad con las víctimas civiles del conflicto un año después del inicio del conflicto bélico. Así mismo, hace un llamamiento a seguir denunciando la guerra, apoyando al movimiento antimilitarista internacional y a salir a la calle para denunciar la guerra global y sus consecuencias.
Desde la Confederación General del Trabajo queremos denunciar la escalada bélica que siguen apoyando tanto el Gobierno ruso como los países de la OTAN, ambos desde una lógica expansionista cuyo único interés es seguir manteniendo el conflicto para alimentar al máximo el negocio de la guerra. Mientras la Unión Europea está apoyando al gobierno de Ucrania, denunciado por organismos internacionales como Amnistía Internacional por sus políticas beligerantes y que ponen en riesgo a la población, entre las que se incluye las leyes 5371 y 5161 que cercenan los derechos laborales más fundamentales y básicos para las personas que trabajan en empresas de menos de 250 trabajadoras y trabajadores. Esas empresas representan al 80% de la industria productiva del país.
Ningún motivo legitima el horror de una guerra que cuenta con miles de víctimas inocentes, como ocurre con numerosos conflictos que se dan a lo largo y ancho del planeta, detrás de los cuáles están la ambición imperialista y el autoritarismo. Millones de muertos en Siria, Libia, Irak, Afganistán, Palestina, Yemen, Somalia… son el triste ejemplo de esta circunstancia. Más de 20 conflictos en el mundo que están fundamentados en el mantenimiento de un orden económico y político, el capitalismo, que aboca a la destrucción de la biosfera y arruina la geografía del planeta, precisamente en un momento donde la crisis climática está generando también millones de víctimas y poblaciones desplazadas.
Desde CGT denunciamos también el papel del Gobierno español y el aumento del gasto militar. Los Presupuestos Generales del Estado para 2023 contemplan en total un 25,8% de aumento del gasto militar más que el del año anterior. Los fondos asignados al Ministerio de Defensa se incrementan en un 6,5% y la cifra aumenta hasta el 8,4% si se tiene en cuenta los fondos europeos. En ese escenario, nos parece lamentable que que todavía España no haya firmado el Tratado sobre la Prohibición de Armas Nucleares, TPAN. Aumentar la cooperación militar con Estados Unidos, como ocurre con el “estacionamiento permanente” de buques de guerra adicionales en la base de Rota, es una lógica contraria a un Gobierno que se dice progresista. Desde CGT hacemos un llamamiento antimilitarista, a salir a la calle para denunciar la guerra y sus causantes, a luchas por una sociedad desmilitarizada, en ese sentido animamos a la población a realizar la objeción fiscal a los gastos militares como medida contra la escalada belicista, precisamente en un momento donde lo que hace falta es que aumente el gasto social y el refuerzo de sectores públicos como la educación y la sanidad.
Desde CGT también queremos manifestar nuestro apoyo a los movimientos antimilitaristas de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y todo el mundo, a las redes de apoyo mutuo que germinan en todo el planeta en su lucha por una sociedad más justa y sin guerras, y al movimiento libertario internacional. Por ello desde CGT, como parte del movimiento del Estado español contra la guerra y diversas coordinadoras animamos a participar el próximo 25 de febrero con motivo del primer aniversario del inicio del conflicto armado en todas las convocatorias que haya contra esta barbarie. Una vez más nos toca gritar no a la guerra, ni Putin ni OTAN, no al envío de armas, basta ya de presupuestos militaristas.