La CGT considera que las recientes filtraciones de contenidos secretos sobre negociaciones del TTIP, publicadas por Greenpeace Holanda, confirman los temores sobre las repercusiones negativas que el acuerdo tendría para la vida y los derechos de la gente.

Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) queremos resaltar la gran repercusión que el trabajo de Greenpeace Holanda va a tener (y está teniendo ya) para el conocimiento por las sociedades europeas y norteamericana de los contenidos que se han ido negociando en secreto y a espaldas de la ciudadanía a la que dicen representar los organismos comunitarios. La filtración de 12 capítulos del TTIP muestra cómo se negocia el futuro de 800 millones de personas a sus espaldas.

Desde la Confederación General del Trabajo (CGT) queremos resaltar la gran repercusión que el trabajo de Greenpeace Holanda va a tener (y está teniendo ya) para el conocimiento por las sociedades europeas y norteamericana de los contenidos que se han ido negociando en secreto y a espaldas de la ciudadanía a la que dicen representar los organismos comunitarios. La filtración de 12 capítulos del TTIP muestra cómo se negocia el futuro de 800 millones de personas a sus espaldas. Lo que parece evidente es que cuentan mucho más los intereses de los lobbies empresariales que los derechos y libertades de las personas y los pueblos.

Que en virtud del TTIP tenga prioridad la legislación más permisiva de la UE o los EE.UU. en el conjunto de los países incluidos en el Tratado de Libre Comercio, supone dejar a las grandes empresas la capacidad de imponer sus condiciones y su modelo de produción a las economías locales, muchos de cuyos sectores tradicionales y artesanales se verán abocados a desaparecer, incapaces de competir con el poder de las transnacionales y grandes bancos. Estos peligros para los pueblos afectan a todos los ámbitos de la vida: la salud, el medioambiente, los servicios, la alimentación y la cultura.

Un ejemplo es el principio de precaución que permite reaccionar rápidamente ante un posible peligro para la salud humana o el medio ambiente, el cual aparece amenazado en los documentos filtrados. En base a este principio, no se ha permitido la entrada de carne estadounidense tratada con hormonas, como medida de precaución por su posible relación con el desarrollo de cáncer. En varios capítulos de los documentos filtrados se confirma la sustitución del principio de precaución por el de gestión del riesgo, seguido en EE UU y que obliga a la administración a demostrar los peligros de los productos una vez comercializados. Como consecuencia de ello, la cantidad de tóxicos peligrosos en Europa aumentará considerablemente. El TTIP deja libertad para la introducción en Europa de productos norteamericanos (como el pollo lavado con cloro), cuyas garantías para la salud no son actualmente aceptadas por las legislaciones europeas, dejando a los estados de la UE la responsabilidad de demostrar su peligro y arriesgándose a pagar costosas multas si la multinacional afectada alega pérdidas por las restricciones impuestas.

Pero no son sólo en el ámbito de la alimentación o los medicamentos donde están los peligros del TTIP, sino que nuestras condiciones de vida pueden verse afectadas por la permisividad en materia de protección ambiental que se impondría con la firma del TTIP. En España y el resto de Europa ya hemos tenido ejemplos de cómo se introducen semillas manipuladas genéticamente, pesticidas y herbicidas tóxicos para personas, fauna y flora, etc. Por otro lado, también existen graves riesgos para los ecosistemas con los métodos de las grandes empresas americanas para la extracción de materias primas; métodos como el fracking ya han sido suficientemente reprobados por expertos y poblaciones continentales.

Uno de los aspectos que también preocupa a la CGT, como sindicato comprometido en la defensa de los derechos y condiciones de los trabajadores, es la forma en que el TTIP liberalizaría nuestra legislación laboral para permitir una mayor explotación de la clase trabajadora. Tales agresiones se materializarían en la capacidad para anular derechos sindicales, convenios, normas de protección, etc. para permitir la llegada de empresas transnacionales, que aplicarían salarios y condiciones laborales por debajo de las normas del Estado de acogida. También se notaría, y mucho, cómo se van abriendo las puertas para que compañías privadas y bancos se queden con servicios públicos esenciales para las familias trabajadoras como la sanidad, las pensiones, la enseñanza, el agua, el transporte, etc.

Por todo ello, la CGT va a seguir difundiendo todos los contenidos que se publiquen sobre el TTIP y continuará trabajando con los movimientos sociales para organizar la oposición al Tratado de Libre Comercio (así como sus complementarios planes TISA y CETA) hasta conseguir que sea rechazado por los pueblos de Europa y los USA.

 


Fuente: Gabinete de Prensa de la CGT

Nota de Prensa de CGT sobre rechazo al TTIP