En los últimos años, a través de la colaboración en la presentación de nuestra adhesión a la querella contra los crímenes del franquismo que se tramita en el Juzgado de Buenos Aires, hemos mantenido un contacto más intenso y cercano. Por ello, desde la Comisión de Memoria Libertaria el dolor por el fallecimiento de Carli es intenso.

Carlos Slepoy ha sido un ejemplo de entrega y lucha por la causa de los derechos humanos. Luchó en Argentina, por ello tuvo que exiliarse, y cuando llegó a España continuó luchando y consiguiendo que los criminales argentinos hayan sido condenados por sus crímenes durante la dictadura. Ahora su lucha estaba en conseguir que los criminales franquistas fuesen condenados y que las víctimas del franquismo fueran reconocidas. El cariño que ofrecía a las víctimas estaba más allá de una implicación jurídica.

Carlos Slepoy ha sido un ejemplo de entrega y lucha por la causa de los derechos humanos. Luchó en Argentina, por ello tuvo que exiliarse, y cuando llegó a España continuó luchando y consiguiendo que los criminales argentinos hayan sido condenados por sus crímenes durante la dictadura. Ahora su lucha estaba en conseguir que los criminales franquistas fuesen condenados y que las víctimas del franquismo fueran reconocidas. El cariño que ofrecía a las víctimas estaba más allá de una implicación jurídica. Ha sido un referente para la defensa de los derechos humanos y seguirá siendo la guía de trabajo en la búsqueda de justicia de las víctimas.

La Confederación General del Trabajo quiere hacer público el apoyo a su familia en estos momentos tan duros y desde aquí queremos expresar nuestro compromiso con la lucha por la defensa de los derechos humanos y, concretamente, con la lucha contra la impunidad del franquismo en la que Carlos ha trabajado los últimos años con gran ímpetu y esperanza en conseguir justicia para las víctimas del franquismo.

Que la tierra te sea leve compañero.


Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confederal de la CGT

CGT lamenta la pérdida del incansable abogado defensor de los derechos humanos, Carlos Slepoy