Más paro, menos personas empleadas y una evidencia dramática: empleos, salarios y condiciones de trabajo, cada vez más precarizadas.

De enero a marzo 2018, los empresarios, fundamentalmente del sector Servicios (hostelería, hospedaje, etc.), y también de la Industria, han “sentenciado” mandar a la calle a 124.100 personas y, a la vez, estos mismos empresarios han contratado a 95.000 personas (cerca del 92% de manera temporal), consiguiendo que el paro aumente en este trimestre en 29.400 personas, situando la tasa de paro en el 16,7%, es decir 3.796.000.

De enero a marzo 2018, los empresarios, fundamentalmente del sector Servicios (hostelería, hospedaje, etc.), y también de la Industria, han “sentenciado” mandar a la calle a 124.100 personas y, a la vez, estos mismos empresarios han contratado a 95.000 personas (cerca del 92% de manera temporal), consiguiendo que el paro aumente en este trimestre en 29.400 personas, situando la tasa de paro en el 16,7%, es decir 3.796.000.

Las personas que se “desafilian” de la Población Activa, esa que nos dice quien está en disposición de trabajar desde los 16 años a los 64, cae estrepitosamente en casi 100.000 personas en tres meses, situando el mercado laboral en cifras de Población Activa similares al 2012, es decir 22,7 millones de personas, pero aumentando de forma alarmante la población inactiva de mayores de 16 años, llegando a la cifra de 16 millones.

Los economistas del “régimen” (casi todos y todas) explican la desaceleración del empleo y, en consecuencia, el incremento del desempleo, por factores “meteorológicos y monetarios”, considerando que las lluvias y el mal tiempo ha hecho que la “gente” salga menos, consuma menos y, por otra parte, el aumento del precio del petróleo y la revaluación del €, hace perder competitividad a la economía y disminuye el crecimiento.

Las personas trabajadoras, paradas y/o “mal empleadas”, conjuntamente con los casi 2,5 millones de personas que han migrado, más las que se han “desafiliado estadísticamente” de la Población Activa, consideramos que no son ni factores meteorológicos, ni monetarios, quienes han deteriorado el “mercado de trabajo” hasta límites de indignidad. Se nos condena a ser “meros factores de producción” para el crecimiento de los beneficios empresariales y de los salarios de los ejecutivos, hoy en tasas superiores a los momentos más “voraces del capitalismo de ladrillo y especulativo”.

Los responsables de este “deterioro y precarización” son quienes han aplicado políticas y legislaciones contrarias al “interés general”, es decir de la mayoría social, especialmente de las personas asalariadas y pensionistas, con leyes como la Reforma Laboral, la Reforma de las Pensiones y la Ley Mordaza.

Estos son los responsables de que todo el empresariado se hayan convertido en “jueces” que a diario dictan sentencias de terror sobre miles y miles de trabajadores y trabajadoras que contratan por “cuatro duros”, se nos haga trabajar en condiciones miserables y se nos despida cuando se les antoja.

CGT considera que no es un problema técnico lo que tiene el denominado mercado de trabajo, sino que el problema se llama capitalismo y quienes le representan.

La(s) solución (es) sólo podremos tenerlas si las personas asalariadas, las jóvenes, las pensionistas, las mujeres, salimos masivamente a la calle para exigir un cambio de producción, un cambio en la reproducción, un cambio en el consumo, un cambio en el reparto de la riqueza, y que este cambio de sistema sea autogestionado por las personas.


Fuente: Secretariado Permanente del Comité Confedralde la CGT

Encuesta de Población Activa del primer trimestre 2018