Tras dos semanas de negociaciones y dos días más de prórroga por falta de acuerdos entre los países asistentes, la Cumbre de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP17) que ha tenido lugar en Durban (Suráfrica), se puede calificar de gran fracaso, ya que, no se ha llegado a un acuerdo por el que se adquiera un compromiso real en cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero, por lo que Durban no supone un avance de lo ya establecido en el Tratado de Kyoto. Las grandes potencias contaminantes han preferido defender los beneficios del lobby de los combustibles fósiles en detrimento del interés del conjunto de la humanidad.