Materiales

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El profesor libertario
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Una Asociación de trabajadores
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Manual de Formador

LOS CURSOS DE FORMACIÓN EN LA CGT

INTRODUCCIÓN

Es fundamental elaborar una metodología que sea coherente con lo que queremos hacer : personas autónomas y solidarias.

Esto implica que en nuestros cursos es imprescindible que la metodología misma sea una exhibición de esa forma de trabajar. Posiblemente nadie lo ha expuesto mejor que Pablo Freire al diferenciar entre un modelo bancario de educación y otro modelo concientizador. La exigencia de ser coherentes en los procedimientos se fundamenta en una observación elemental de los procesos de aprendizaje : la gente aprende a hacer lo que nos ve hacer, no lo que les decimos que hagan. Por otra parte, como también se dice en sociología del conocimiento, el medio es el mensaje.
El problema se sitúa en que habitualmente todos hemos sido socializados en el primer modelo, por lo que, cuando nos toca ejercer de formadores, lo reproducimos. Sin embargo, dicho modelo dificulta seriamente los objetivos que se plantea una pedagogía libertaria. Y lo dificulta porque lo que trasmite es algo muy claro :

a) Hay alguien que posee saber y que está dispuesto a trasmitirlo a otras personas que no lo poseen y que van buscando conocimientos.

b) Los discípulos acuden a los centros para recibir ese saber de quién lo posee.

c) La participación activa del alumnado se limita a una comprensión significativa de lo que alguien les cuenta, contenidos que deben incorporar a su visión del mundo.

d) El punto de partida y los intereses sobre los que se articulan los cursos vienen determinados básicamente por el profesorado, que es quien decide cuáles son los temas que deben ser abordados y cómo hay que hacerlo.

e) El aprendizaje es sobre todo individual y las pruebas diseñadas para comprobar el resultado del aprendizaje son también individuales.

En estos errores incurren incluso propuestas de educación que han pasado a la historia como ejemplos encomiables de pedagogía libertaria. Un caso muy llamativo es el de las escuelas racionalistas de Ferrer Guardia. Más recientemente tenemos el caso curioso de la escuela Paideia, que tiene tendencia a incurrir en dos errores básicos y elementales : el profesorado de la escuela conoce la verdad (es el anarquismo) y tiene claro el objetivo de la escuela (hacer que los niños lleguen a ser anarquistas).

INTENTANDO SER COHERENTES

Frente a lo anterior, es imprescindible organizar los cursos de formación de tal modo que el modelo de trabajo presente en sí mismo a los asistentes la importancia del pensamiento crítico y del trabajo cooperativo, pilares sin los cuales carece de sentido hablar de autogestión y apoyo mutuo, ambos principios irrenunciables del anarcosindicalismo.

No es fácil resumir en unas pocas palabras en qué consiste la pedagogía libertaria, que por otra parte tiene diversas manifestaciones. Dado que se trata de una presentación orientadora, me parece importante subrayar algunas ideas fundamentales que siempre conviene tener en cuenta. En parte podemos elaborarlas refutando los rasgos que mencionaba en el apartado anterior.

a) La mayor parte de las actividades de formación deben hacerse con grupos de un máximo de 25 personas. Por encima de esa cifra, es imposible articular un aprendizaje cooperativo. A grupos grandes sólo cabe darles información sobre algunos temas, en algunas ocasiones.

b) La disposición de los asistentes en el aula de trabajo debe ser circular, de tal modo que todo el mundo pueda ver a todo el mundo y que ningún lugar, ni siquiera de quien va a facilitar el proceso de formación, sea un lugar preferente.

c) Más que de profesores o formadores, la figura del profesor debe ser la del facilitador del proceso de aprendizaje, basado en su mayor conocimiento en el tema.

d) Nadie educa a nadie, los seres humanos se educan en comunidad. Debe quedar claro desde el principio que los asistentes no sólo, ni siquiera fundamentalmente, aprenden del formador, sino del resto de personas que asisten.

e) El punto de partida de la formación debe ser planteado en general por las personas que asisten. Ellas son las que indican cuáles son las ideas fuerza que llaman su atención y sobre las que quieren iniciar un proceso de reflexión y profundización.

f) El facilitador puede recurrir a casos de la vida cotidiana, breves relatos, noticias periodísticas o de televisión…, esto es a situaciones de la vida real en las que aparecen los problemas que pueden provocar el esfuerzo de aprendizaje.

Recordemos que básicamente los seres humanos aprendemos, siendo mucho menor el papel que desempeñamos como educadores. Esto es, el protagonista del aprendizaje es siempre el que aprende, no el que enseña.

g) A partir de esas ideas, es tarea del facilitador ir abriendo perspectivas y mostrando otras áreas de interés que los asistentes, por su menor conocimiento del tema, no han percibido.

h) El tiempo dedicado a exposiciones teóricas por parte del facilitador es mínimo. El tiempo de la formación hay que dedicarlo sobre todo a actividades de investigación y procesos de reflexión por parte de los asistentes.

i) El facilitador se centrará en hacer que los asistentes reflexiones, indaguen y discutan con sus compañeros para ir aclarando las propias ideas.

j) El objetivo de la formación no es tanto el que los asistentes se conozcan al dedillo los principios básicos del anarcosindicalismo o del tema que se aborde, cuanto el que sean capaces de pensar por sí mismos, en un diálogo cooperativo con otras personas. Ciertamente es importante que sepan, por ejemplo, en qué consiste la acción directa, pero lo que se debe hacer en la formación es reforzar en los asistentes las destrezas cognitivas y afectivas gracias a las cuáles van a ser capaces en su vida cotidiana de distinguir procedimientos de acción directa frente aquellos que no lo son, y también a valorar en qué condiciones es posible y necesario aplicar la acción directa.

PARA SABER UN POCO MÁS

Mucha es la bibliografía sobre el aprendizaje libertario. En todo caso, recomiendo algunos textos básicos que pueden servir de ayuda.

Nada como los clásicos, y para eso recomiendo :

García Moriyón, F. (Edit.) : Escritos anarquistas sobre educación. Zero. Madrid, 1986. 203 págs. Está desgraciadamente agotado. En el Sindicato de Enseñanza proporcionamos copias. Recoge textos de todos los clásicos, desde Bakunin hasta Faure.

Goodman, Paul : La nueva reforma. Barcelona : Kairós, 1976.
Aunque no es anarquista, es imprescindible leer a Freire. Casi todos los suyos pueden valer, pero recomiendo especialmente

Freire, Pablo : Pedagogía del oprimido. Barcelona : Siglo XXI, 2002

Freire, Pablo : La educación como práctica de la libertad. Barcelona : Siglo XXI, 2002

Para saber algo más del aprendizaje cooperativo, puede valer dos obras importantes :

Ovejero Bernal, A. : El aprendizaje cooperativo. Una alternativa eficaz a la enseñanza tradicional. Barcelona : PPU, 1991. Explica muchos procedimientos para trabajar en equipo.

Garza Camino, Mª Teresa de la : Educación y Democracia : Aplicación de la teoría de la comunicación a la construcción del conocimiento en el aula. Madrid : Visor, 1994. Expone con cierta amplitud un método básico de aprendizaje cooperativo y crítico, la comunidad de investigación.

García Flecha, Ramón : Compartiendo palabras. el aprendizaje de las personas adultas a través del diálogo. Barcelona : Paidós, 1997.

Por último, a quien quiera le mando un trabajo que presenté en su día en un Congreso de la Federación Estatal de Enseñanza titulado “El profesor libertario”.


Fuente: Félix García Moriyón. Foto : Desi Martín

Curso formación libertaria