Ya hace tiempo que la CGT comparte con sindicatos alternativos y de base y con movimientos sociales de izquierdas la clara y absoluta necesidad de trabajar y, mejor aún, de trabajar juntos para establecer un marco de oposición constante y efectivo contra las políticas regresivas y destructivas en los últimos años los parlamentos europeo, español y catalán nos están imponiendo bajo la justificación de la crisis económica.
No importa si es el sistema capitalista o las políticas neoliberales las que determinan que todo debe funcionar bajo el único imperio del dinero y de la acumulación de éstos, no importa. Lo que importa es que aquellos que se llenan la boca diciendo que nos representan y que son demócratas para que se presenten a elecciones cada cuatro años, están bajo la presión de otros que nadie ha elegido y que son los que poseen el poder económico, al que los primeros se someten elaborando las leyes que a nosotros nos ahogan.
No importa si es el sistema capitalista o las políticas neoliberales las que determinan que todo debe funcionar bajo el único imperio del dinero y de la acumulación de éstos, no importa. Lo que importa es que aquellos que se llenan la boca diciendo que nos representan y que son demócratas para que se presenten a elecciones cada cuatro años, están bajo la presión de otros que nadie ha elegido y que son los que poseen el poder económico, al que los primeros se someten elaborando las leyes que a nosotros nos ahogan.
Somos la gran mayoría de los ciudadanos, los que vivimos, o vivíamos, de un sueldo mensual quienes recibimos los palos de los recortes, somos los cuidadores de terceros que no recibimos la ayuda prometido, somos las enfermas que confiamos en el sistema sanitario público las que tenemos que pagar más caras las recetas y tenemos que sufrir recortes en la atención de los CAP o las intervenciones en los hospitales; somos los discapacitados que nos recortan nuestra integración, somos los estudiantes que sufrimos la subida de las matrículas; somos los ecologistas que vemos que nos destrozan el litoral para poder edificar puertos náuticos o más chiringuitos a costa de la costa, somos las trabajadoras de la empresa pública que vemos como nuestro sueldo se congela primero y se rebaja después en tanto que nuestras cabezas continúan en coches oficiales para ir a cenas de rico, somos los empleados no funcionarios de las empresas públicas que sufrimos las mismas recortes económicos y aún más tijeretazos de condiciones laborales, somos los de las empresas privatizadas del transporte que hacemos el mismo trabajo que los de la pública, cobramos menos y tenemos menos garantías; somos los desahuciados porque un día creímos lo que nos decía que podríamos comprar y luego nos han dejado sin poder pagar, somos las despedidas después de 30 años en la empresa porque no somos rentables y somos baratas de sustituir; somos los que ellos llaman antisistema porque además de no querer que nos recorten sueldos tampoco queremos que nos recorten derechos y libertades y se nos meen encima, somos los trabajadores venidos de fuera, usados como mano de de obra barata ya los que, al drama de los recortes, se añade la negación de los derechos básicos de ciudadanía y, ahora, también de la asistencia sanitaria; somos …
Por todo ello rechazamos frontalmente todas las medidas económicas de este y del anterior gobierno: porque no son para la defensa del nivel y calidad de vida de la población sino de la economía de unos pocos.
Consideramos positivas todas las acciones que se hagan para buscar unidad de acción entre aquellos que, de una manera u otra, sabemos que este no es nuestro sistema social y queremos otro.
Estamos seguros de que hay una movilización permanente, diversa, imaginativa, ruidosa y creativa para hacer que la sociedad toda vaya tomando el tren de no dejar en manos de otros la gestión de su vida.
Ahora mismo, todas las convocatorias que rechacen los recortes y el mantenimiento del estatus de poder establecido las tenemos que sentir como nuestros. Hemos de participar en la medida de nuestras posibilidades, no de nuestras afinidades.
Ya hay preparadas movilizaciones y huelgas para julio y septiembre, a empresas, barrios y sectores; también huelgas de consumo. Todo esto puede crear buenas condiciones para una huelga general-hacia el otoño-real, fuerte y efectiva. Una huelga que reúna a quien trabaja ya quien ha ha perdido su trabajo, a quien estudia y quien se encarga del hogar, a quien recibe la pensión ya que no tiene contrato …
La huelga general no es la acción de un solo día ni resuelve nada por sí misma: funciona y tiene sentido si es la culminación de un proceso y la demostración de que juntos podremos llegar a cambiar las cosas.
Esta última tanda de recortes ha dejado patente que este gobierno, más que ningún otro, sólo tiene los ojos puestos en los billetes que hay en sus bolsillos ya las de sus amigos y / o propietarios. No tiene ningún respeto para el ser humano, sea migrante, enfermo crónico, pensionista … No tiene respeto por ningún pacto social que establezca que quien trabaja es un ser digno que no debería poder ser despedido, sin aviso, sólo porque el coste, en dinero, de hacerlo es prácticamente cero. Ya sólo faltaba el ¡que se jodan!, Ahora ya nos lo han dicho alto y claro.
Vamos todos y todas, cada uno a su manera y con sus propuestas, pero todos hacia detener estas fechorías ya sentirnos capaces de relanzar las alternativas que tanto tiempo hace que la sociedad, y nosotros dentro de ella, proclamamos. Exigimos, defendemos y creamos: cooperativas económicas y sociales, huertos urbanos y agrarios que fomenten el autoconsumo ecológico, centros sociales ocupados, banca ética, energía limpia, servicios públicos de calidad, empresas públicas al servicio de la población, recuperación de espacios públicos en las ciudades, una agricultura al servicio de la soberanía alimentaria de las personas …
Todo esto es lo que realmente motiva y lo que se consigue con una huelga general: revertir la situación desde la negativa crisis que nos impone el Capital a la positiva sociedad con justicia social y libertades individuales y colectivas que seremos capaces de hacer si somos los dueños de nuestras propias vidas.
Secretariado Permanente CGT Catalunya, a 15 de julio de 2012
Fuente: Secretariado Permanente CGT Catalunya